Siddhartha (1922)
Opinión y análisis
Hermann Hesse (1877 - 1962)
Debolsillo
Debolsillo
211 páginas
Ficción especulativa
Ficción especulativa
"El mundo en sí mismo, lo que existe a nuestro alrededor y dentro de nosotros mismos, nunca es unilateral... Nunca un hombre es totalmente santo o totalmente pecador. Nos parece que así debe ser. Porque vivimos bajo la ilusión de que el tiempo es algo real". Pág. 198.
Si hay algo que caracteriza la obra de Hesse, es la búsqueda. Descifrar el misterio de ese sendero invisible por el que transitamos. ¿Hacia dónde nos lleva? Hacia nosotros mismos, porque las respuestas están en nuestro interior. De eso trata la historia de Siddhartha, todo el libro resuma búsqueda, camino y encuentro. La estructura del libro se subyuga a eso: un camino, un recorrido, la corriente de un río.
"Durante muchos años creyó solamente en el río, y en nada más. Había observado que la voz del río le hablaba; de ella aprendió, la voz lo fue educando e instruyendo, el río era su Dios". Pág. 203.
Para indagar en estos temas metafísicos, el autor recurre a una ambientación ideal: La hindú. Utiliza la filosofía y religión India para plantear esas inquietudes de forma mucho más fluida y armónica, que si lo hiciera en un ambiente contemporáneo. Todo este mundo hindú te transporta a un lugar sin tiempo, te saca de la realidad a y te lleva a una aparente, donde el tiempo se desarrolla de forma diferente. Es en ese lugar donde nos presenta a Siddhartha que, como cualquiera de nosotros, antes de nacer, ya tiene preparado un camino, una vida prefabricada, un destino elegido por otros. Él es hijo de un Brahmán, un sacerdote hindú, su destino es seguir los pasos de su padre. Pero Siddhartha no es un hombre cualquiera, él es el mejor en todo lo que hace. Tanto así, que se hace preguntas que no cualquiera se haría.
"¿Y dónde encontrar el Atmán? ¿Dónde moraba? ¿Dónde latía su eterno corazón? ¿Dónde si no en nuestro propio Yo, en lo más hondo, en aquel reducto indestructible que todos llevamos dentro? Mas ¿dónde, donde se hallaba este Yo, este interior, este Último? No era carne ni hueso, no era pensamiento ni conciencia, según enseñaban los más sabios. ¿Dónde, pues, se encontraba? Y para acceder hasta él, al Yo, a sí mismo, al Atmán, ¿existía acaso otro camino que valiera la pena buscar? ". Pág. 14.
Es así como Siddhartha, declina el destino que le tenían deparado, y decide por sí mismo buscar el camino hacia su Yo interior. Para eso, hace un recorrido en donde encuentra diversos maestros, algunos empeñados en enseñar sus conocimientos, y otros, ignorándolo, los comparten con él. En su peregrinación, pasa por muchas experiencias, va mucho más allá de lo que podría aprender con simples doctrinas.
El camino de Siddhartha es de desengaño, a medida que avanza se da cuenta de lo equivocado que estaba en muchas de sus creencias, es de un constante renacer y conocimiento de sí mismo, es una reflexión progresiva, Siddhartha viaja físicamente de un lado a otro, pero también interiormente, y ese constante cambio se ve reflejado en toda la obra, cuyos puntos de inflexión, giros argumentales, se producen cuando Siddhartha sufre una gran revelación, lo que ayuda al lector no solo a comprender al personaje, sino a sí mismo y al mundo que lo rodea.
El final del libro es precioso, no solo porque el camino de Siddhartha finalmente acaba, sino por la respuesta que encuentra. Las largas divagaciones y reflexiones finalmente llegan a una verdad que va más allá del entendimiento; se basa en el sentimiento, en la unión de todo. La metáfora del río toma una forma definitiva y lleva al lector a sentir el mundo y sus voces; es un renacer para todo aquel que haya seguido la historia con atención.
Sin duda es uno de los libros de Hesse que más recomiendo. Tiene una prosa muy ligera, es una verdadera parábola. A pesar de todos los conceptos y términos propios de la filosofía y religión Hindú, no entorpecen lo principal del mensaje, puede que algunos sientan que ese ambiente produce un poco de rechazo y confusión, pero al sumergirse en la lectura la prosa de Hesse elimina todas las asperezas, y el mensaje llega claro, sencillo y potente como la corriente de un río.
Es increíble como todo el libro apunta a la unión, al entendimiento del mundo por medio de los matices, no hay blanco y negro, bien y mal; hay perfección en cada cosa, en cada instante. Las ideas de Hesse tienen esa claridad propia del agua del río, ajenas al tiempo y a la distancia.
"Esto es lo que pensé y saqué en claro al escuchar tu doctrina. Y es al mismo tiempo la razón por la que seguiré mis peregrinaciones...; no para buscar otra doctrina que sea mejor, pues sé que no existe, sino para irme alejando de todas las doctrinas y de todos los maestros, y alcanzar yo solo mi objetivo o perecer". Pág. 55.
El camino de Siddhartha es de desengaño, a medida que avanza se da cuenta de lo equivocado que estaba en muchas de sus creencias, es de un constante renacer y conocimiento de sí mismo, es una reflexión progresiva, Siddhartha viaja físicamente de un lado a otro, pero también interiormente, y ese constante cambio se ve reflejado en toda la obra, cuyos puntos de inflexión, giros argumentales, se producen cuando Siddhartha sufre una gran revelación, lo que ayuda al lector no solo a comprender al personaje, sino a sí mismo y al mundo que lo rodea.
"¿No había acaso muerto de verdad, desapareciendo para renacer bajo una forma nueva?". Pág. 130.
El final del libro es precioso, no solo porque el camino de Siddhartha finalmente acaba, sino por la respuesta que encuentra. Las largas divagaciones y reflexiones finalmente llegan a una verdad que va más allá del entendimiento; se basa en el sentimiento, en la unión de todo. La metáfora del río toma una forma definitiva y lleva al lector a sentir el mundo y sus voces; es un renacer para todo aquel que haya seguido la historia con atención.
"No lo obligas, ni le pegas, ni le das ordenes, porque sabes que lo blando es más fuerte que los duro, que el agua es más poderosa que la roca y el amor puede más que la violencia". Pág. 168.
Sin duda es uno de los libros de Hesse que más recomiendo. Tiene una prosa muy ligera, es una verdadera parábola. A pesar de todos los conceptos y términos propios de la filosofía y religión Hindú, no entorpecen lo principal del mensaje, puede que algunos sientan que ese ambiente produce un poco de rechazo y confusión, pero al sumergirse en la lectura la prosa de Hesse elimina todas las asperezas, y el mensaje llega claro, sencillo y potente como la corriente de un río.
Es increíble como todo el libro apunta a la unión, al entendimiento del mundo por medio de los matices, no hay blanco y negro, bien y mal; hay perfección en cada cosa, en cada instante. Las ideas de Hesse tienen esa claridad propia del agua del río, ajenas al tiempo y a la distancia.
"El mundo no es imperfecto ni se encuentra en vías de un lento perfeccionamiento. No, es ya perfecto en cada instante: cada pecado lleva en sí la gracia, en cada niño alienta ya el anciano, todo recién nacido contiene en sí la muerte, todo moribundo, la vida eterna". Pág. 199.
Ricardo Carrión
Administrador del blog
Que bonita reseña!! me gusta mucho lo que cuentas y la búsqueda y respuesta que finalmente se encuentra, me llama la atención que sea como dices a modo de parábola, me lo llevo anotado.
ResponderEliminarSaludos!
¡Hola Eve!
EliminarEs un libro precioso, te lo recomiendo mucho. Hace reflexionar a cualquiera y encaja en cualquier momento de la vida. Tienes que leerlo. ¡Saludos!
Siddhartha es la brillantez absoluta, la sabiduría y la belleza en libro y palabras. Es una lectura que confronta, muestra ideas diferentes, un estilo de vida y una convicción diferente a la de muchos contemporáneamente.
ResponderEliminarEs muy interesante desde todos puntos de vista porque puede ser leído como una simple historia y por otro lado va a ser una lectura más o menor profunda dependiendo del interés del lector y de su conocimiento sobre ciertos temas espirituales.
Un beso grande y felicitaciones por la reseña.
¡Hola Vanessa!
EliminarMe encanta como hablas del libro, tienes razón en todo. Yo, como no sé mucho de temas espirituales, no pude profundizar mucho en ellos, pero eso no fue impedimento para disfrutar la historia. ¡Saludos!
Estupenda reseña Ricardo, ciertamente un libro para reflexionar durante y después de su lectura.
ResponderEliminarBesos
¡Hola Inés!
EliminarSí, luego de que lo lees, es difícil de olvidar y te quedas reflexionando más allá de la lectura. ¡Saludos!
Hola loquillo!
ResponderEliminarMe gusta eso que sea un viaje y a la vez una metáfora del viaje, de ir aprendiendo y la búsqueda de respuestas.
Que bueno que lo hayas disfrutado tanto!
Un gran beso!
¡Hola loquilla!
EliminarAhhhh te pillé! No dijiste que lo querías leer. Malo está. Leer este libro es una obligación. Tenlo presente jeje. ¡Saludos!
Hola!! Wow! Me encantó tu reseña, no conocía este libro y desde ahora lo sumaré a mis libros por leer.
ResponderEliminarUn abrazo y besos!
¡Hola!
EliminarMe alegro que te haya interesado, es un libro genial, que todos deberíamos leer. Espero lo hagas pronto. ¡Saludos!
De Hesse comencé a leer "El lobo estepario" pero me quedé a la mitad, aunque prometo terminarlo. Luego cayó en mis manos "Siddharta" y lo devoré en un fin de semana. A mi juicio, creo que es el acercamiento a la vida de Buda más sincero y real que he leído nunca. Reconozco que simpatizo con el budismo hace años, e incluso practico yoga, aunque ojo, no son lo mismo y puede decirse que son dos enseñanzas que pese a que persiguen lo mismo, lo hacen por caminos distintos. Buda fue un personaje que ha tenido -afortunadamente- mucha influencia en los países asiáticos, y últimamente en nuestra Europa. Su doctrina no es tal, se basa en una práctica simplemente, un tanto difícil en los tiempos que corren, pero creo que merece la pena conocer de primera mano su vida y lo que predicaba para obtener, no la salvación, sino el nirvana, esto es, la ausencia de sufrimiento. Obra básica para los interesados en el tema. La recomiendo. Salu2.
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