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viernes, 1 de noviembre de 2019

¿Con qué LIBRO empezar a leer a Dostoievski?


Guía de lectura: ¿Cómo empezar con Fiódor Dostoievski?

libros

Para iniciarse en la literatura de Dostoievski, es importante tener en cuenta que hay dos épocas muy marcadas de su obra. Su primera época de escritor, sus inicios, son de un estilo más ligado al romanticismo, es un Dostoievski que tiene una mirada diferente del mundo. Su primer libro publicado, "Pobres gentes" (1846), lo había posicionado lo suficiente en el mundo literario como para poder vivir de sus escritos, luego, el mismo año, publica El doble, una novela fabulosa que no tuvo buena aceptación en su tiempo, pero que con los años fue reivindicada. También en esa época publica Noches Blancas. Luego ocurre un hecho espantoso, se acusa al autor ruso de un crimen político y lo encarcelan, lo tratan de manera horrible simulando que lo fusilarían lo que causa un daño irreparable en él, luego es enviado a trabajos forzados en Siberia donde se relaciona con la peor clase de delincuentes. Cuando es liberado, Dostoievski se encontraba en una etapa de su vida en que ya había sufrido muchas penurias y situaciones difíciles que le dejaron profundas huellas emocionales. Necesitaba dinero, y lo conseguiría trabajando en lo que más se destacaba: como escritor, pero la tarea no sería fácil, los plazos para las entregas de los manuscritos eran muy exigentes. Trabajaba bajo mucha presión, tanto así, que no alcanzaba a releer lo escrito. Es en este período cuando se produce una seguidilla de publicaciones de sus libros: Crimen y castigo (1866), El jugador (1867), El idiota (1868), Los demonios (1872), Los hermanos Karamazov (1880), estas novelas corresponden a esta segunda etapa del escritor donde los cuestionamientos existenciales son el fuerte de sus novelas, muy influenciado por su experiencia en la cárcel, creando así a personajes inmortales, almas enfermas que deambulan por sus páginas, personajes que luchan contra las insoportables presiones de la vida, y por lo mismo, se ven afectados por diferentes trastornos mentales, como es el caso del epiléptico Smerdiákov y la histérica Lisa Jojlákov de Los hermanos Karamazov; el psicópata Raskólnikov de Crimen y castigo y el demente senil Ivolguin de El idiota, entre otros.

En esta entrada recomiendo tres libros para iniciar con el autor ruso. Dos de su primera etapa y que son más breves como Noches blancas y El doble y uno de su segunda etapa que es más extenso, Crimen y castigo. 


Crimen y castigo

dostoievski

Sin duda Crimen y Castigo es la novela más famosa de Dostoievski y por lo mismo puede ser un buen punto de partida para iniciar con el autor. A pesar de ser bastante extensa, a cautivado a millones de lectores en el mundo. En ella se narra la vida de Rodion Romanovich Raskolnikov un estudiante universitario muy pobre que ha tenido que dejar sus estudios por falta de dinero y por lo mismo vive de una manera miserable, apenas come, vive en una pensión de mala muerte e incluso se encuentra bastante enfermo. La novela inicia cuando ya no le queda nada para empeñar y así tener un poco de dinero para el día a día. Ser un estudiante en ese tiempo en Rusia era muy bien visto, por lo cual, siente vergüenza de haber dejado la universidad, a pesar de ello, se niega a que su hermana se case con un hombre que no ama, solo por ser rico, lo que le daría a él la posibilidad de volver a estudiar. Sin embargo, detesta la idea. Su mejor amigo le da la idea de que cobre dinero por hacer traducciones, pero Raskolnikov cree que él está destinado a algo mucho más grande y decide que aquello es un trabajo miserable. Por lo cual, para obtener dinero, decide cometer un crimen. No es que lo haya planeado pero le rondaba en la cabeza. En un momento dado, se encuentra en la situación propicia y decide hacerlo, pero una vez que lo hace todo le sale mal y muchas cosas imprevistas suceden. De esta manera, durante la novela se cuenta como la culpa carcome a Rodion y cada vez que tiene la oportunidad de declarar su culpa lo intenta, pero logra retenerse. Vive con ese conflicto interior, que lo enferma y lo destruye. 


El doble

fiodor-dostoievski

La historia se centra en un personaje simple y vulgar, un funcionario público de baja categoría que vive presionado por los que se encuentran más arriba en el sistema jerárquico. Su nombre es Yakov Petrovich Goliadkin. Dostoievski en su curiosa narración en tercera persona, trata a Goliadkin como "el héroe" de la historia, como anticipándonos de que se tratará de una persona que deberá enfrentar muchas dificultades.

Cuando el autor nos presenta a Goliadkin, parece ser una persona normal, que cuenta con un empleo que le permite vivir holgadamente e incluso tener un criado, Petrushka. Pero ya en el primer capítulo no tarda en asomar su extraña personalidad, la de un hombre con serios problemas para relacionarse con las personas, con la sociedad en general, un hombre apocado y avergonzado de su posición. Todo empeora en el segundo capítulo cuando además se deja entrever que porta un profundo problema psicológico. Desde ese momento los desplazamientos de Goliadkin y sus pensamientos, sus cuestionamientos introspectivos, pasan a ser el punto llamativo de la historia. Dostoievski logra que toda la atención se centre en el universo interior de su héroe. En dos capítulos logra que los ojos de sus lectores intenten develar lo que hay detrás de Goliadkin.

Uno de los principales problemas de este héroe, es que no tiene filtros, no puede fingir, no puede adular a alguien si realmente no lo siente. Es un hombre honesto que no oculta sus opiniones negativas frente al resto de las personas y compañeros de trabajo. Esto le ocasiona muchos problemas, porque no tiene matices, hay un desequilibrio importante en él. Y esto Dostoievski lo resalta mucho porque es fundamental para la aparición de su doble. Goliadkin está en desequilibrio, hay una parte de él que falta, hay cualidades negativas que no posee o que no puede hacer aflorar espontáneamente. Y para que el universo que crea el autor en su novela tenga equilibrio, necesita que Goliadkin esté completo, que pueda expresar todo lo que reprime. El doble llega a ajustar la balanza, es idéntico a Goliadkin, pero trae consigo todas las características negativas que le hacen falta, o que el protagonista reprime. Es pícaro, indecente, inmoral, falso, tramposo, deshonesto y trepador; un verdadero demonio sin control.

Noches Blancas

dostoyevski

Relatado en primera persona por el protagonista de la historia, Dostoievski nos conmueve al darnos un paseo por el mundo interior de este personaje afectado por la soledad y el paso del tiempo, por el estatismo; inmovilidad frente a la vida. 
No conocemos su nombre, pero con apenas veintiséis años no ha vivido a plenitud, no se relaciona con las personas, se ha dedicado a ser un mero espectador del paso del tiempo. No es casualidad que la historia esté ambientada en San Petersburgo, en pleno solsticio de verano, donde la oscuridad es mínima y las noches son claras, es decir, como si fuera siempre de día; el mismo día, como si el tiempo no pasara, en clara alusión al estatismo del protagonista. 
Él se pasea por la calles solitarias en aquellas noches blancas, sin conversar con nadie, pensando, soñando para él mismo, como toda persona que no se relaciona con el mundo real, se dedica a crear su propias fantasías. Hasta que en uno de aquellos paseos conoce a una muchacha de diecisiete años: Nástenka, quien tiene una vida bastante solitaria junto a su abuela ciega y controladora.

El encuentro entre estos dos personajes habla de soledades, un poco diferentes, pero en el fondo es un encuentro entre solitarios. Tal como decía Benedetti, la soledad puede ser una llama, y logró encender por primera vez en este hombre el deseo de no estar solo. 
Puede que sea el despertar de un amor abrupto y precipitado, pero la psicología del personaje está tratada tan bien, que se entiende a la perfección su enamoramiento. También las actitudes de Nástenka son completamente entendibles, su vida pasada y su joven edad hacen comprensible sus actitudes. Al ser una novela corta los desplazamientos son mínimos, apenas de un sitio a otro, lo que la convierte en una novela de monólogos, diálogos y recuerdos. Gracias a eso recorremos los solitarios pasillos de las vidas de estos dos personajes. Siendo el caso más interesante el del protagonista, quien de pronto despierta y siente que la vida se le ha pasado sin vivirla realmente, sus monólogos están cargados de dichas reflexiones, las cuales expresa a través de un lenguaje florido que se inclina hacia una prosa poética, la cual no hace más que acentuar lo estilístico del pensamiento del protagonista, un soñador y constructor de mundos imaginarios: un escritor en potencia.






Ricardo Carrión
Administrador del blog

lunes, 19 de febrero de 2018

RESEÑA: Noches blancas [ Fiódor Dostoievski ]

Noches blancas (1848)

Fiódor Dostoievski (1821-1881)
Nórdica libros
2015
Clásico
Literatura rusa
Comprar

"Es irrealizable, pero la quiero"

Esta hermosa edición con ilustraciones la encontré por casualidad en la Biblioteca pública digital Didam. Es una novela corta muy diferente a todo lo que he leído de Dostoievski. 
Cuando pienso en sus libros y en sus personajes, me afloran a la memoria esas almas enfermas que deambulan por sus páginas, esos personajes que luchan contra las insoportables presiones de la vida, y por lo mismo, se ven afectados por diferentes trastornos mentales, como es el caso del epiléptico Smerdiákov y la histérica Lisa Jojlákov de Los hermanos Karamazov; el psicópata Raskólnikov de Crimen y castigo, el demente senil Ivolguin de El idiota, entre otros. 
Internarnos en los complejos mundos psicológicos de estos personajes es a lo que Dostoievski nos tiene acostumbrados. 

Pero el protagonista de esta historia, no parece tener un alma deformada como la de aquellos personajes. Por decirlo de alguna manera, no parece ser un alma monstruosa, sino un alma solitaria. 
Relatado en primera persona por el protagonista de la historia, Dostoievski nos conmueve al darnos un paseo por el mundo interior de este personaje afectado por la soledad y el paso del tiempo, por el estatismo; inmovilidad frente a la vida. 
No conocemos su nombre, pero con apenas veintiséis años no ha vivido a plenitud, no se relaciona con las personas, se ha dedicado a ser un mero espectador del paso del tiempo. No es casualidad que la historia esté ambientada en San Petersburgo, en pleno solsticio de verano, donde la oscuridad es mínima y las noches son claras, es decir, como si fuera siempre de día; el mismo día, como si el tiempo no pasara, en clara alusión al estatismo del protagonista. 

Hay algo indeciblemente conmovedor en la naturaleza de nuestro Petersburgo cuando llega la primavera y, de pronto, muestra todo su poder, todas las fuerzas con que le ha agraciado el cielo, se guarece con vegetación, se emperejila, las flores se visten de tonalidades... De alguna manera me recuerda involuntariamente a esa muchacha marchita y delicada a la que a veces mira con pena, a veces con cierto amor compasivo, otras simplemente no para en ella, pero que en un instante y como de improviso se vuelve indecible y maravillosamente bella, y usted, atónito, sin querer se pregunta: ¿Qué fuerza ha hecho brillar con tal luz esos ojos tristes, pensativos?

Él se pasea por la calles solitarias en aquellas noches blancas, sin conversar con nadie, pensando, soñando para él mismo, como toda persona que no se relaciona con el mundo real, se dedica a crear su propias fantasías. Hasta que en uno de aquellos paseos conoce a una muchacha de diecisiete años: Nástenka, quien tiene una vida bastante solitaria junto a su abuela ciega y controladora.

El encuentro entre estos dos personajes habla de soledades, un poco diferentes, pero en el fondo es un encuentro entre solitarios. Tal como decía Benedetti, la soledad puede ser una llama, y logró encender  por primera vez en este hombre el deseo de no estar solo. 

Si mi mano tiembla es porque nunca la había abrazado una mano tan dulce y pequeña como la suya. Me he deshabituado de las mujeres, quiero decir que nunca me acostumbré a ellas, es que estoy solo…

Puede que sea el despertar de un amor abrupto y precipitado, pero la psicología del personaje está tratada tan bien, que se entiende a la perfección su enamoramiento. También las actitudes de Nástenka son completamente entendibles, su vida pasada y su joven edad hacen comprensible sus actitudes. Al ser una novela corta los desplazamientos son mínimos, apenas de un sitio a otro, lo que la convierte en una novela de monólogos, diálogos y recuerdos. Gracias a eso recorremos los solitarios pasillos de las vidas de estos dos personajes. Siendo el caso más interesante el del protagonista, quien de pronto despierta y siente que la vida se le ha pasado sin vivirla realmente, sus monólogos están cargados de dichas reflexiones, las cuales expresa a través de un lenguaje florido que se inclina hacia una prosa poética, la cual no hace más que acentuar lo estilístico del pensamiento del protagonista, un soñador y constructor de mundos imaginarios: un escritor en potencia. 

Un soñador —por si necesita una definición minuciosa— no es una persona ¿sabe?, sino una criatura de género neutro. Habita mayormente en algún rincón inaccesible, como si se ocultara hasta de la luz del día y, cuando se encierra en sí mismo, se adhiere a su rincón como un caracol...

La estructura de la novela es muy simple. Se basa en en el corto período de tiempo en que se generan los encuentros entre Nástenka y el protagonista. Los cuales se llevan a cabo durante cuatro noches, pero que finalmente incluye un capítulo de una mañana, el cual funciona como epílogo. Lo grandioso de esta estructura, es que está hecha de esa forma para que sirva como reflejo de los sucesos internos que vive el protagonista, el soñador. Las cuatro noches representan su vida monótona, donde todos los días son iguales y él continúa soñando, pero al mismo tiempo viviendo un proceso importante, en el que se dará cuenta de que el atreverse a dejar aflorar sus sentimientos, le causará dolor, pero al mismo tiempo sentirá que vive por primera vez. Y por eso, el último capítulo ya no habla de una noche, sino de una mañana, de un renacer con dolor, el rompimiento de un ciclo de silencio e incomunicación, para dar paso a un nuevo tiempo, en donde toda la vida puede valer la pena si amó en un instante. 

Sentado aquí a su lado y mientras hablamos, me da hasta miedo pensar en el futuro porque en el futuro hay de nuevo soledad, de nuevo esa vida rancia e innecesaria. ¡Y con qué voy a soñar cuando en la vida real he sido tan feliz a su lado!

¡Dios mío! ¡Todo un minuto de felicidad! ¿Acaso es poco para toda una vida humana?


 Ricardo Carrión
Administrador del blog

lunes, 2 de octubre de 2017

RESEÑA: Los hermanos Karamazov [ Dostoievski ]

Libro: Los hermanos Karamazov (1880)


ricardo-carrion
Fiódor Dostoievski (1821 - 1881)
Penguin Clásicos
1144 Páginas
Literatura Rusa

Dostoievski se encontraba en una etapa de su vida en que ya había sufrido muchas penurias y situaciones difíciles que le dejaron profundas huellas emocionales. Necesitaba dinero, y lo conseguiría trabajando en lo que más se destacaba: como escritor. Su primer libro publicado, "Pobres gentes" (1846), lo había posicionado lo suficiente en el mundo literario como para poder vivir de sus escritos, pero la tarea no sería fácil, los plazos para las entregas de los manuscritos eran muy exigentes. Trabajaba bajo mucha presión, tanto así, que no alcanzaba a releer lo escrito. Es en este período cuando se produce una seguidilla de publicaciones de sus libros: Crimen y castigo (1866), El jugador (1867), El idiota (1868), Los demonios (1872), Los hermanos Karamazov (1880). A medida que aquellas primeras publicaciones fueron dando sus frutos, poco a poco su tiempo de creación aumentó, y se propuso una tarea titánica: escribir su obra magna, el libro definitivo. Para ello quiso vertir todas las experiencias y reflexiones de su vida en este proyecto: Los hermanos Karamazov. 

Fiódor Pávlovich Karamazov es un terrateniente, y un ser repugnante y astuto. En sus años mozos, se casó con Adelaida Ivánovna Miúsova, una heredera de una notable fortuna y propiedades. Luego de contraer Matrimonio, Fiódor Pávlovich no solo le arrebató su dinero, sino que también intentó pasar a su nombre todas sus propiedades. De aquella unión, consolidada por el vil interés económico, nació Dmitri Fiodorovich Karamazov (Mitia), quien por las desavenencias de sus padres, terminó siendo criado por distintos parientes lejanos, incluido un criado; pasó por cuatro hogares diferentes, carentes de afecto. 

La segunda esposa de Fiódor Pávlovich Karamazov fue Sofía Ivanovna, de ella el lascivo terrateniente no quería su dinero, sino su juventud y belleza. Nuevamente un matrimonio impulsado por la interés, esta vez no económico. De aquella unión, nacieron dos hijos: Iván Pávlovich Karamazov y Alekséi Fiodorovich Karamazov (Aliosha). Ellos, al igual que su hermano mayor, fueron criados por extraños y lejos de la ciudad que los vio nacer. 

Los hechos se desarrollan muchos años después, cuando el viejo Fiódor Pávlovich tiene 55 años, el joven Aliosha 19, Iván 23 y Mitia 27. Ninguno había regresado a la ciudad con anterioridad, salvo Aliosha, que lo hizo solo un año antes. El regreso de los hermanos a buscar su herencia y a ajustar cuentas con su padre, desata los terribles acontecimientos que culminan con el brutal asesinato de Fiódor Pávlovich. 

Lo cierto, es que las relaciones entre este desconsiderado y brutal padre, y sus hijos, es pésima, sobre todo con Mitia, su hijo mayor. Tanto Aliosha, que siguió el camino del monasterio, impresionado por la sabiduría del ermitaño Zosima, e Iván, que se dedico al estudio concienzudo, tuvieron una mejor educación que Mitia, quien tiene un pasado como soldado, apostador y despilfarrador. Es por eso que Mitia, es el más interesado en adquirir el dinero que, según él, le corresponde. 

Pero no solo el dinero lo enemista con su padre, también el amor. La joven Agrafena Aleksándrova (Grúshenka), se interpone entre los dos. Fiódor Pávlovich, no ha desistido en su atracción por las jóvenes, y está dispuesto a pagar una cuantiosa suma de tres mil rublos, por una visita de ella. Esto no hace más que acentuar el odio de Mitia, quien arrebatado por la furia clama a gritos que asesinará a su padre. 

¿Para qué vive este hombre? No, díganme ustedes si se le puede permitir que siga deshonrando la tierra con su presencia". Pág. 141. 

Aliosha, por su inclinación sacerdotal, tiene mejores relaciones con su padre, y por lo mismo intenta mejorar la situación con él y sus hermanos. Iván por su parte, odia tanto a su padre como Mitia, pero es mucho más comedido en sus acciones y discursos. 

"En aquella confusión se podía uno perder por completo, y el corazón de Aliosha no podía soportar la ignorancia, porque su amor fue siempre de carácter activo. No podía amar pasivamente, y en cuanto tomaba cariño trataba de ayudar". Pág. 306.

Hasta que llega el momento del asesinato, en donde todas las evidencias apuntan a Mitia, quien además, tenía una millonaria deuda. Pero él declara su inocencia. La verdad del asesinato se revelará cerca del fin de la historia, que reafirmará la tesis de Dostoievski, sobre la salvación del alma paterna, a través de las acciones de sus hijos. 

¿Por qué en el fondo de mi alma me considero también un asesino? Pág. 909.

Y es justamente esta idea que baraja Dostoievski, la que le da forma a la novela. Estos tres hijos, más uno ilegítimo que aparece más tarde en el relato, confrontan a un padre pecador, llevando sus relaciones incluso hasta la violencia, tanto física como psicológica. Es una subversión del ideal de redención y resurrección del ser humano en la tierra. Y esa idea de subvertir, es lo que le da el brillo a la novela, el brillo de la decadencia y el patetismo extremo de sus personajes: Los condenados Karamazov, los malditos Karamazov. 

"Si no hay un Dios infinito, la virtud tampoco existe y no hace ninguna falta". Pág. 926. 

Sí, porque a los hermanos les duele estar vivos. En el fondo, la vida es una maldición para ellos, es el motivo principal del odio hacia su padre; traerlos al mundo, es el detonante que se oculta tras el interés por el dinero, que es un mero vehículo para apaciguar su dolor. 

"Busca la felicidad en el dolor". Pág. 145.

Y es a través del dolor donde el mal aprovecha para introducirse y hacer su voluntad. En la figura del diablo, que asoma solamente en forma de alusiones en las frases que utilizan los protagonistas, en una suerte de sinfonía voluntariamente imperceptible, que alcanza su crescendo cuando él mismo decide hacerse presente y materializarse frente al lector a través de las alucinaciones de Iván, en uno de los capítulos más extraordinarios del libro: La discusión entre Iván y el diablo. 

"Sé más discreto en tus mentiras o dejaré de escucharte. Tú quieres vencerme con el realismo, persuadirme de que existes, y yo no quiero creer en tu existencia. ¡No creeré en ella!". Pág. 938.

La idea de subvertir le resulta a Dostoievski, aunque para ello, deba alargar y estirar su novela, que incluso le da cierta deformidad estructural. Hay capítulos que parecen estar demás, sobre todo en el libro primero, donde se hace alusión a los monjes; pero para la idea general del autor, es una parte vital, que incorpora a pesar de que la estructura de toda la novela tambalee. Porque los monjes y el ermitaño tienen esa doble interpretación, de santidad y fracaso. Sus comportamientos se describen de tal forma que, el lector puede apreciar que comparten el mismo destino oscuro que el resto de la humanidad. Y para eso, acentúa esa decadencia con un narrador muy carismático, que se encarga de resaltar dicho destino. No es un narrador cualquiera, es un ser intermedio entre un personaje y el autor. Tiene la cualidad de hacerse invisible cuando no se requieren sus intervenciones, pero de pronto sorprende, aparece de entre el público y se dirige al lector, como un ente omnipresente que ha presenciado los hechos desde la penumbra.

"Que no me culpen, pues, si me limito a referir sólo lo que a mí, personalmente me produjo más impresión y lo que de manera particular se quedó grabado en mi memoria". Pág. 963.

Dostoievski podría estirar todo lo que quisiera la novela, y aún así su estructura no se derrumbaría, porque está construida en base a tres ideas principales: la existencia de Dios, la libertad y la razón. Utiliza el asesinato como un impulsor de esas ideas, pero en sí, el asesinato, no le da estructura. Lo que en cualquier otro libro sería lo principal, acá no tiene esa importancia. Es cierto que se genera cierto suspenso por descubrir la identidad del asesino, pero no va más allá. Lo que verdaderamente dirige la novela, son las ideas que desarrolla mediante los diálogos de los personajes. Y solo personajes que estén al límite, presionados por la vida, pueden dialogar con tanta pasión, discuten y echan fuera todo lo que los está destruyendo, todo lo que les causa dolor. La historia posee la tensión y los típicos artilugios de la novela criminal, pero solo es un elemento más. El crimen en sí, no es lo importante, sino lo que provoca en los hermanos, en los hijos; la revelación de lo que hay en su interior, su lucha moral personal. 

"Te respeto, pero sé que también yo soy hombre. En el hecho de que te respeto sin envidia, se revela mi dignidad humana ante ti". Pág. 486. 

Una historia así no resultaría si los personajes no estuvieran bien construidos. Todos tienen cualidades particulares que ayudan a Dostoievski a exponer sus razonamientos, pero en conjunto, también lo hacen. Los hermanos y el padre, esa familia disfuncional, es el núcleo, desde donde se van ramificando líneas argumentales a través de sus particularidades. 
Son personajes profundos y complejos, con problemas, angustiados, existencialmente abatidos. Su melancolía brilla, brilla tanto que el paisaje carece de importancia, el lector solo ve su presencia, y no necesita de nada más, no son necesarias las descripciones de lo que los rodea. Y cuando se reúnen dos o más, ya no importa dónde estén, sino qué es lo que discuten; su mundo interior elimina el exterior. 

El libro no es para devorarlo en una tarde, está dividido de tal forma que se puede leer por secciones en el tiempo. Muchas veces se desvía de la trama principal, y te lleva hacia historias que parecen ajenas al relato criminal. Pero no son más que reminiscencias de lo que en un principio se trataba de una novela sobre los niños y la infancia. No es un libro para un lector que espere una simple novela criminal, sino una novela de ideas sobre la vida, sobre los principales cuestionamientos existenciales de los hombres.

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"Me maravillé entonces de que las ideas más sencillas y claras tarden tanto en aparecer en nuestra mente". Pág. 488.


Ricardo Carrión
Administrador del blog