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sábado, 1 de febrero de 2020

Reseña: David COPPERFIELD de Charles Dickens

Reseña Nº 264: David Copperfield

Reseña y análisis 


reseña-copperfield

Puede que David Copperfield sea uno de los libros más recomendables para empezar a leer a Charles Dickens. Su prosa es muy amigable con el lector, sobre todo por el narrador, el cual es el mismo David. A partir de una mirada llena de experiencia retrocede al pasado de una convulsa época victoriana en donde le tocó vivir innumerables retos desde muy pequeño. El mismo narrador es el que aclara en el texto que la lucidez con que recuerda los hechos de su infancia son sorprendentes y que, esto se explica porque en algunos hombres el recuerdo de ciertos acontecimientos de su vida son imborrables, de esa forma respalda el porqué incluso recuerda el día de su nacimiento.
Si bien, David no era de una clase social muy acomodada, tampoco era pobre y tenía un porvenir bastante holgado termina sufriendo algunas de las peores calamidades que puede sufrir un niño. Desde la primera página en donde narra cómo su madre lo da a luz en medio de la visita de un doctor que se ve sobrepasado por los extraños caracteres de las personas que presencian ese gran momento, entre las que se encuentran la estrambótica y antipática tía Betsy Trotwood y la fiel y sobreprotectora criada y niñera Pegotty. Todo empieza a salir mal cuando se sabe que Clara Copperfield da a luz a un varón y no a una niña como quería su tía, desde entonces, pierde el respaldo de su tía Betsey solo por nacer niño. Y no solo eso, antes de nacer, su padre, del cual hereda su nombre, ya ha fallecido. Es por ello que David llega al mundo sin la protección paterna y con el desprecio de su tía. Solo su madre y su fiel criada son las encargadas de brindarle los cuidados necesarios y prepararlo para afrontar la vida. Pero su madre, Clara, debido a su carácter infantil, no está preparada para ello, lo que remece el mundo de David constantemente través de sus malas desiciones.

Esta mala base familiar, que cojea de todas partes, impulsa la narración poniendo al personaje principal en constantes retos que superar. Pocas veces tiene algo a su favor, y siempre deberá ingeniárselas para superar adversidades que lo harán adquirir poco a poco un gran aprendizaje, es por ello que esta novela es denominada como Bildungsroman, que es el término en alemán con el que se denomina este tipo de libros en que el protagonista evoluciona a partir de sus experiencias.
David Copperfield no es solo una novela de aprendizaje, sino que también es de tipo autobiográfica, el mismo Dickens vuelve ficción gran parte de su vida. Recurre a familiares, gente que conoció y experiencias que lo marcaron mucho que finalmente inspiraron este libro.

Como se narra la evolución de un personaje desde muy pequeño, es una novela extensa. Y no solo porque cuenta toda la vida del protagonista, sino también por la gran cantidad de personajes secundarios que van apareciendo a cada instante. Por ello, Dickens se tomó casi dos años trabajando su trama. Y no se trata de que aparezcan personajes nuevos todo el tiempo, sino que los va interrelacionando con los ya existentes, y todos de alguna manera están conectados al personaje principal. Es decir, logra causar el efecto de que todas las personas que influyeron para bien o para mal en la vida de David Copperfield aparezcan en la novela, lo que acentúa el efecto de conocer en su totalidad la vida de una persona. Y son los personajes que marcaron su infancia los que vuelven a aparecer una y otra vez de una manera que causa admiración. Manipula sus tiempos y apariciones con  una precisión increíble y en más de una ocasión sorprende al lector con el regreso de alguno que se creía olvidado.
Por lo anterior, es un novela que recurre mucho a la emotividad que causa el implacable paso del tiempo. Así como el protagonista va creciendo y adquiriendo experiencia, otros van menguando y dejando en su paso por el mundo una importante huella en Copperfield.

Como la aparición de personajes marca el ritmo de la novela, sus construcciones le dan sustancia a la trama. Los hay de todos los tipos, avariciosos y escaladores como Uriah Heep, desconsiderados como Steerforth, intransigentes y despiadados como el señor Murdstone y su hermana. También hay algunos muy bondadosos como Agnes Wickfield y el Sr. Pegotty y otros cuyas personalidades van evolucionando sorpresivamente como la de Betsy Trotwood. Dickens profundiza bastante en cada uno de ellos, y todos tienen un mensaje importante que transmitir. Y es el mismo David Copperfield el que comprende dichos mensajes, los interioriza, y de la misma forma se los entrega al lector. Lo cierto, es que si la novela hubiese estado plagada de personajes bondadosos no existiría la trama, son los desconsiderados, los atroces, los despiadados los que con sus ambiciones impulsan el relato constantemente causando los mejores giros de la novela. Por lo mismo, es una novela de contrastes fuertes, entre personalidades caprichosas y espíritus inquebrantables.

El amor y el sentimentalismo tampoco podía faltar en esta obra de Dickens, y es tratado de una manera muy exagerada, como le gusta al autor. Es un amor casi sin matices, de devoción absoluta o de olvido absoluto, en blanco y negro. Generalmente lo vemos desde la perspectiva de David, pero también desde la de otros personajes. Un amor típico de tiempos victorianos donde se perdía totalmente la cabeza por la doncella amada. David lo vive en todas las etapas de su vida, es un aspecto inherente al protagonista en toda la obra. Desde muy pequeño su interés recae en la pequeña Emily, ya más grande en distintas muchachas jóvenes, luego sobre los dieciocho años enloquece por Dora, la hija de su jefe, a un punto realmente exagerado, que le costó muchas críticas a Dickens desde sus pares. Para finalmente encontrar un amor verdadero y sólido. Al final del relato Copperfield no solo llega a un equilibrio en lo social, sino también en lo romántico, como si los dos aspectos fuesen vitales para completar la evolución del personaje.

En conclusión, es una novela que no presenta dificultades para el lector, pero tampoco tiene momentos muy sobresalientes, es bastante pareja, a pesar de las inclemencias que debe vivir el pequeño. Por lo que en ocasiones me costó proseguir con la lectura, ya que se extendía y se extendía y no llegaba nunca a un gran climax. El desenlace es lo mejor ya que cada cual recibe lo que merece. Pero después de tantas páginas siempre queda un dejo de nostalgia, tantos personajes que se van y que no volverán a tu vida a no ser que releas la historia. La nostalgia del lector.

Ricardo Carrión
Administrador del blog

2 comentarios:

  1. Hola <3
    Hace poco me topé con este libro y la verdad es que tuve mis dudas y lo dejé pasar.
    Ahora, me parece interesante pero para mas adelante ya que apenas vengo saliendo de un bloqueo u.u
    Gracias por la reseña!

    Jocelyn | Blog Ave Lectora

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    Respuestas
    1. ¡Hola!

      Sí, no te lo recomendaría para después de un bloqueo ya que es una novela de largo aliento. Es mejor para cuando estés preparada. ¡Saludos!

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