Reseña: EL CLUB DE LA LUCHA (Chuck Palahniuk)

Reseña Nº 268: El club de la lucha de Chuck Palahniuk

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Cuando ingreso el título El club de la lucha en google los resultados me lanzan toneladas de información sobre la película, la cual no he visto. Tengo que especificar que se trata del libro para que algún resultado sí apunte a la obra literaria de Chuck Palahniuk. Y es que sí existe un libro y fue anterior a la película. Casi siempre que una película se vuelve de culto es porque hay un gran libro tras ella, en este caso, la mayoría no lo sabe. El libro se publicó en 1996 y la película llegó a los cines en 1999. Pero aún antes del libro existió un relato titulado El club de la lucha, que el autor escribió por aburrimiento en un día de trabajo. Fue el primer relato que vendió y apareció en una antología titulada The Pursuit of Hapinness publicada por Blue Heron Press. Un relato de apenas siete páginas fue la piedra angular para esta gran obra.

Este libro comienza con una escena que te descoloca. Se trata de una escena límite que el narrador deja a medias. Para entender lo que está sucediendo empieza a recordar todos los hechos que lo llevaron a esa situación desde el inicio. Y así, con esta técnica te invita a entrar al libro. El narrador se mantiene siempre en el anonimato, no es que su nombre realmente importe, pero eso ya dice algo de él. No le interesa ni siquiera contar ese detalle, es un tipo al que ya poco le importa la vida.

Pero su relato no es normal, no son una serie de hechos sucesivos narrados en orden cronológico. Es una especie de delirio, un relato contado por una persona que se esfuerza por ordenar sus ideas pero que aún así fracasa. Es por ello que, en un inicio puede resultar algo confuso. Tienes que unir las piezas a medida que van apareciendo. Eso denota una planificación hecha con verdadero tacto por el autor. Es un relato con un desorden planificado.

Odiaba mi vida. Estaba cansado y aburrido de mi trabajo y de mis muebles, y no veía la forma de cambiar las cosas.
Solo de acabar con ellas.
Me sentía atrapado.
Era demasiado completo.
Era demasiado perfecto.
Quería una salida a esa vida minúscula.

Lo que sí queda claro desde el principio es que nuestro narrador tiene problemas y necesita ayuda urgente. No puede dormir y sufre una especie de depresión. Es por ello que visita constantemente grupos de ayuda de pacientes con cáncer y otros tipos de enfermedades complejas. Es ahí el único lugar donde se puede desahogar. A pesar de llevar una vida ordenada y sistemática lleva consigo un sufrimiento interno. Desde temprana edad siguió el camino que imponía la sociedad. Ir a la universidad, estudiar, luego encontrar un buen trabajo y llevar una vida basada en el consumismo exacerbado. Tener una vivienda lujosa llena de artículos innecesarios que solo habita cuando no está trabajando. Esta vida vacía y carente de sentido que todo el mundo lleva sin cuestionarse nada, para él es un verdadero infierno. Hay algo dentro de sí que está a punto de explotar, algo que grita en su interior y no es cualquier grito, es un alarido de dolor. Es entonces cuando su vida se rompe. Debido a un accidente doméstico pierde su vivienda, sus muebles, sus cosas vacías. Y termina viviendo con un amigo que conoció en una playa, su nombre es Tyler Durden y vive en Paper Street, un lugar que carece de todas las comodidades a las que estaba acostumbrado, un lugar horrible, pero que le permitía sobrevivir. En una ocasión su amigo Tyler le pide que lo golpee, y él acepta. Y se dan una golpiza en el estacionamiento de un bar. Ese hecho les da una idea, la de crear un club donde la gente pueda pelearse por necesidad, para sacar todo el estrés y la impotencia que llevan dentro. El pelearse es terapéutico, es liberador, es una puerta de escape, un retorno a la bestialidad perdida por el ser humano en un mundo civilizado y rutinario. El club de la lucha es el lugar ideal para desatar toda la furia y frustración en contra del mundo, pero claro, siguiendo algunas reglas creadas por Tyler Durden.

1) La primera regla del club de la lucha es que no se habla del club de la lucha
2) La segunda regla del club de la lucha es que no se habla del club de la lucha
3) Cuando alguien dice basta o resulta herido, aunque esté fingiendo, se da por terminada la pelea
4) Solo dos personas por combate
5) Un combate cada vez
6) Se lucha sin zapatos ni camisa
7) El combate dura lo que haga falta
8) Si esta es tu primera noche en el club de la lucha, tienes que luchar

De esta manera se empieza a generar una verdadera tendencia y muchos oficinistas y personas frustradas con sus vidas mediocres comienzan a llegar al club y a formar otros en distintas ciudades. El descontento es generalizado y el club de la lucha es la válvula de escape a tanta tensión. Pero la novela no va solo sobre tipos golpéandose. Es la evolución del personaje lo central del libro, la forma en que el autor lo va desmenuzando por completo, sacando a relucir todos sus miedos y frustraciones. Por lo mismo, aparece una mujer en su vida, Marla. La cual conoce en una de las tantas reuniones de ayuda a las que asiste, desde ese momento ella se vuelve algo importante en su vida, pero Marla parece preferir más a Tyler que a él. Esto es clave, porque a través de Marla comienzan a dilucidarse las inseguridades del protagonista y una dicotomía o dualidad de personalidad que lo acerca a la esquizofrenia.

Solo después del desastre podemos resucitar.

A medida que avanza la novela va incrementando su ritmo debido a giros que resultan realmente inesperados y que, arrastran al protagonista a una desesperación y una sensación de angustia que el autor transmite a la perfección. Está aprisionado, sin salida. Lo que él creó se le viene contra él azotándolo y barriendo los restos de vida que le quedaban.

Mi padre nunca fue a la universidad, así que era realmente importante que yo fuera. Al acabar la universidad, le llamé por teléfono y le pregunté: ¿Y ahora qué?
Mi padre no sabía qué responder.
Cuando conseguí un trabajo y cumplí veinticinco tacos, le volví a llamar y le pregunté: ¿Y ahora qué? Mi padre no sabía qué responder, así que me dijo: Cásate.

La novela es un fiel representante de la decadencia de un mundo materialista en donde las personas deben negar sus propios instintos para encajar en una sociedad que los mantiene esclavos. En donde   realizan actividades, trabajos que de alguna forma les permita sobrevivir, pero no los hace sentirse vivos. El protagonista junto a su amigo Tyler Durden quieren cambiar eso y a través de su club, iniciar algo aún más grande donde a través de la violencia y la intimidación quieren obligar a las personas a cumplir sus sueños y alejarse de la mediocridad.

Es una novela corta de no más de 220 páginas y que, a pesar de ello no se lee rápido. Ya que hay     que entrar poco a poco en la caótica mente del misterioso narrador y de su amigo Tyler Durden.

Compras muebles. Te dices a ti mismo: Este es el último sofá que necesitaré en toda mi vida. Compras el sofá y durante un par de años te sientes satisfecho de que, aunque no todo vaya bien, al menos has sabido solucionar el asunto del sofá. Luego la vajilla adecuada. Luego, la cama perfecta. Las cortinas. La alfombra.
Finalmente, te quedas atrapado en tu precioso nido y los objetos que poseías ahora te poseen a ti.

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Ricardo Carrión

Administrador del blog