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viernes, 28 de octubre de 2022

Reseña: El señor presidente. Miguel Ángel Asturias

 Reseña: El señor presidente, de Miguel Ángel Asturias

libro

¡Hola a todos! Bienvenidos al blog. Hoy les traigo la reseña de El señor presidente. Novela escrita por Miguel Ángel Asturias, escritor guatemalteco que ganó el Premio Nobel de Literatura el año 1967. Es uno de los pocos ganadores de este premio literario en Latinoamérica.

 

Como consejo. Yo leí esta obra en la edición conmemorativa de la RAE, que se caracteriza por traer diversos estudios sobre la novela y su autor. Lo que hice fue leer primero la novela y luego los estudios. Si no quieren llenarse de spoilers hagan lo mismo, porque los artículos están llenos de ellos. Es mejor dejarlos para el final.

 

El señor presidente es una novela espectacular por donde se la mire. Leerla fue una experiencia única e irrepetible. Todos deberíamos hacer el intento, aunque sea una vez en la vida de transitar por sus páginas. Tiene todo lo que me gusta de la novela latinoamericana. Utiliza como base la realidad histórica para crear una ficción al parecer caótica, desorganizada, pero que por detrás encierra una forma y un método que el lector debe descubrir. Es una novela muy completa tanto en fondo como en su forma. Aunque yo me quedo con su forma, con su lenguaje, con la poesía que encierra y con lo sensorial. Es un novela donde no solo debes leer, sino también agudizar tu sentido auditivo.

 

Fiel a las temáticas de nuestra literatura. El señor presidente tiende a ser una novela de denuncia social, en especial contra las tiranías latinoamericanas. Pasa a formar parte del grupo de lo que se conoce como “La Novela de Dictador”. Grupo compuesto por títulos como: Yo el supremo de Augusto Roa Bastos, La fiesta del chivo de Mario Vargas Llosa, El otoño del patriarca de Gabriel García Márquez y El recurso del método de Alejo Carpentier, entre otras. Pero no solo eso, también es una novela precursora del boom latinoamericano y del realismo mágico por su constante paseo entre lo real y lo onírico que se mezclan de una forma muy natural gracias al lenguaje y a la forma en que está escrita. En ese sentido, en el texto, la forma potencia y le da vida al fondo, es decir, a la temática.

 

Como toda gran obra, en las primera líneas te puedes dar cuenta del tono que la novela tomará. En su inicio puedes palpar inmediatamente la prosa a la que te enfrentarás como lector. Y quizá también de lo que tratará.

 

Es una novela que denuncia las atrocidades de las tiranías en Latinoamérica, específicamente en Centroamérica. Pero no es un texto que reflexione sobre el tema, no hay personajes que inyecten ideas, que  hagan monólogos al respecto. Los temas no se vuelven discursos. Es una novela demostrativa. Materializa los abusos, las vejaciones, el horror y la corrupción de forma palpable. Asturias no pretende reflexionar para el lector, sino mostrar una realidad y que el lector reflexione a partir de lo que lee, que reflexione a partir de las imágenes que el autor plasma en su mente a través del texto. Que reflexione a través de las acciones de los personajes, del entorno, de la sociedad que se plasma a través del filtro del escritor. Es por ello que, el argumento principal de la novela es un simple hecho entre muchos. No es algo tan importante dentro de todo lo que pasa en la historia. Es solo el detonante de una seguidilla de hechos atroces. Es el clásico efecto dominó. Donde una pieza provoca la caída de todas las demás. La diferencia está en que, sí, todas las piezas caen. Pero no en el orden y la velocidad en que deberían hacerlo. Ahí está la magia de Asturias, hay una velocidad y un tiempo para cada pieza, para cada historia, por lo tanto, no se podría hablar de una serie de acciones sucesivas y lógicas que pasan una detrás de otra, sino solo de una serie de acciones cronológicas, pero cuyo orden deberá buscarlo el lector. Los hechos no siempre se cuentan en el orden en que suceden.

 

¿Cuál es el detonante? El asesinato del Coronel José Parrales Sonriente, un militar leal al señor presidente. Pero, al señor presidente no le interesa tanto quién mato al coronel, no le interesa averiguar la verdad, no, sino a quién le gustaría inculpar por su muerte. Es decir, imponer su verdad mediante una mentira. Esta muerte que fácilmente pudo ser accidental y rutinaria, es usada con fines políticos para inculpar a otra persona y por ende también afectar a los que rodean a esa persona. No les voy a contar más del argumento porque la gracia es leerlo, pero así inicia la novela, con violencia y luego una mentira. Una farsa que puede realizarse gracias al poder. La mentira y la corrupción son pan de cada día en esta historia. La verdad siempre es deformada por la mentira.

 

¿Por qué hablamos de realidad? Porque la novela se inspira según testimonio del propio Asturias en la dictadura de Manuel Estrada Cabrera entre 1898 y 1920, 22 años en el poder. En Guatemala. Por lo tanto, aunque en la novela no se diga explícitamente la fecha en que suceden los acontecimientos ni el lugar. Se entiende y se siente como la Guatemala de ese tiempo. De finales del siglo 19 y principios del XX. Asturias escribe esta novela entre 1920 y 1933. Ya exiliado. Y se siente, se nota que la escribió pensando en su tierra. La novela se publica finalmente 13 años después de ser terminada debido a la censura de la época. El señor presidente se publica en 1946 por editorial Costa-Amic en México. Aunque la edición corregida por el autor aparece en 1948 gracias a Editorial Losada en Argentina.

 

 

La razón por la cual desconocemos el lugar exacto donde acontecen los hechos y la fecha cuando suceden, es porque a pesar de ser una historia inspirada en la realidad, está mezclada con el mundo onírico. Con los sueños. La ensoñación es un recurso magnífico para causar una suerte de hipérbole, para que la crudeza de los hechos no se quede solo en crudeza, sino que también conmueva. Porque va más allá de la descripción de un hecho, intenta penetrar en el estado de conciencia de los personajes. Un hecho contado a secas se olvida fácilmente. En cambio, un hecho que se cuenta desde múltiples perspectivas diferentes, que van desde el plano psíquico de los personajes a la realidad, utilizando el lenguaje como herramienta que destruye lo concreto y lo transporta a una dimensión más etérea, se queda para siempre en tu mente. Ya no es una novela más de denuncia social latinoamericana. Es una obra poética, una novela donde el orden de las cosas no se respeta, lo que le otorga un caos y una inestabilidad absolutamente original e inigualable que al leerla dices: nunca en mi vida he leído algo contado de esta forma. Narrado de esta forma. A lo mejor sí he leído sobre temas parecidos, pero contados de esta forma. Jamás. Un ejemplo:

 

Le temblaban las mandíbulas, los dedos, las piernas… Al que le tiemblan los dedos, diríase que ha sacado los huesos y que sacude como guantes las manos. Al que le tiemblan las mandíbulas sin poder hablar, está telegrafiando angustias. Y al que le tiemblan las piernas, va de pie en un carruaje que arrastran, como alma que se lleva el diablo, dos bestias desbocadas.

 

En la cita, se trata de una mujer que tiene miedo y tiembla. El autor pudo decir. Ella temblaba. Pero en cambio escribe ese fragmento. Donde puedes percibir el miedo de una manera más intensa, más palpable, incluso puedes oír como le castañean los dientes. Cuando dice, telegrafiando angustias. Lo escuchas. ¿Cómo logra ese efecto con palabras impresas? Y así es en toda la novela. Un texto sensorial que percibes más allá de la simple lectura. Lo puedes oír.

 

El lenguaje en esta novela va más allá de lo novedoso. Se presenta el creativo español del pueblo guatemalteco a través del filtro de Asturias y, al pasar el lenguaje a través de él y plasmarse en la novela, inevitablemente está presente su propio criterio creativo y seleccionador. Por lo que hay cierta flexibilidad a la hora de la expresión de varios personajes. Esto puede ser desalentador para algunos lectores, porque hay muchas palabras o expresiones que no van a entender y a pesar de que la obra trae un glosario para ayudar en esa tarea. La lectura deja de ser fluida para pasar a ser entrecortada. Mi recomendación es que traten de ser intuitivos. Yo traté se ser intuitivo al momento de encontrarme con ese lenguaje. Intuir qué pueden significar ciertas palabras y expresiones. Para así evitar ir al glosario y cortar el flujo de lectura. Es un juego lingüístico y como lector debes tratar de ser flexible, dejarte llevar, ir con el ritmo. Porque si lo repeles, no podrás con el resto de la novela. Es un juego lingüístico que calza absolutamente con la parte irreal y caótica de la novela, con el caos a modo de pesadilla que intenta plasmar el autor. Lo caótico del habla de muchos de los personajes logra unir lo real con lo irreal. Lo tosco del español correcto, le quitaría magia y vida a una novela que busca romper con lo convencional. Pero no todos los personajes se expresan de esa manera, solo algunos. De alguna forma el lenguaje te permite diferenciar entre clases sociales.

En el ensayo escrito por Vargas Llosa en este libro dice lo siguiente:

 

Pero, a medida que la historia desciende a los sectores más populares la riqueza y la novedad de la expresión aumentan, se diversifican, introduciendo palabras, canciones, audacias gramaticales, insólitas metáforas, ritmos, expresiones generalmente relacionadas con los insectos y las plantas y los árboles locales.

 

Hay en la novela personajes que hablan un español más correcto, como también los que juegan con el lenguaje. Esto se suma a la prosa poética del autor y a la utilización de diversos recursos literarios. Es una combinación que realmente le permite al escritor jugar con la realidad, y al lector perderse en los laberintos creados por él. La temática es real, pero el mundo donde se plantea se desdibuja y se retuerce a cada página. Cada texto tiene vida propia, se transforma a medida que la historia avanza.

Gracias a esto, la ambientación, logra resultar pesadillesca, como las novelas de Dostoievski, decadente, insalubre, inhóspita. Parece mentira que personas que tienen un idioma tan enriquecido por su espíritu puedan vivir en tales condiciones. Como si la vida se abriera paso a través de sus palabras. Como si su espíritu saliera por sus bocas. La realidad que nos presenta Asturias pierde estabilidad, no por la presencia de un mundo onírico proveniente de los cielos, que cae sobre esta ciudad anónima, sino por un submundo que emerge desdelo profundo, el efecto deformador viene desde bajo de la tierra, desde la oscuridad, oscuridad que logra confundir los sueños con la realidad para profundizar en el lado psíquico de los personajes. Pareciese que solo en ese terreno pudiese vivir lo decadente del ser humano. El lado oscuro de las personas que tienen miedo. Miedo al poder de otros. Miedo al poder del señor presidente.  

 

Porque el señor presidente es un personaje muy especial, es el único que tiene libertad. Es el único que no puede tener miedo porque él es el responsable de causarlo. Todos los demás lo temen, y por lo mismo, lo ven en todas partes. La figura del señor presidente es espectral, digna de una pesadilla. Te lo puedes encontrar en cualquier esquina, en las bocas de la gente común, que lo nombran. Que lo mencionan, el señor presidente se compone a partir de diversos puntos de vista. Es un rompecabezas que se arma pieza a pieza. Es y no es. Es el ser que tiene un pie en la realidad y otro en la irrealidad. De él nacen las mentiras. Que no son más que armas con las que deforma la realidad. Las mentiras son las que desdibujan el mundo, lo cortan y amoldan a su propio beneficio. Sus ordenes no son más que pequeñas libertades que le da a sus subordinados. Pequeños poderes para ser libres por algunos momentos. Esos personajes aprovechan esa libertad y abusan de ella antes de perderla. Porque saben que van a perderla y en el fondo todos intentan sobrevivir en un mundo sin esperanzas. Donde vivir duele, aunque el espíritu se resista a morir.

 

No es una novela para todos, a muchos se les puede dificultar por el lenguaje, pero no se dejen vencer por eso, vibren con lenguaje, cabalguen encima de él, fluyan con él y disfrutaran esta obra maestra. Una experiencia única para cualquier lector.

 

Esta misma reseña la pueden también ver en mi canal de youtube




 Ricardo Carrión

Administrador del blog

 


1 comentario:

  1. ¡Que excelente reseña! Muchas gracias! Me dieron ganas de leerlo.

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