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jueves, 9 de enero de 2020

RESEÑA: Historia de dos Ciudades. DICKENS

Reseña Nº 263 : Historia de dos ciudades (1859) 

Charles Dickens


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Análisis y opinión


Historia de dos ciudades publicada por Charles Dickens en 1859 es una novela histórica que narra los hechos de la revolución francesa entre los años 1775 y 1789. Para retratar aquello, Dickens utiliza dos escenarios: Inglaterra y Francia y las ciudades de Londres y París. De esta forma, nos cuenta como va creciendo el gérmen revolucionario en Francia y lo compara con la estabilidad social de un país cercano como Inglaterra.

Como se trata de una novelización, recurre a la invención de distintos personajes cuyas vidas se relacionan directamente con los hechos que dieron inicio a la revolución. A través de las vidas de estos personajes, nos lleva a recorrer los hechos más impactantes de lo sucedido en Francia en aquellos tiempos. Para ello, divide la novela en tres partes.

En la primera parte, nada más iniciar la narración nos sumerge en la historia de Lucie Manette, una joven francesa que por diversos motivos pierde a sus padres y termina viviendo en Inglaterra desde pequeña, pero cuando ésta cumple la mayoría de edad se entera del posible paradero de su padre. Para localizarlo cuenta con la ayuda de una prestigiosa entidad financiera, La banca Tellsone que tiene sedes tanto en París como en Londres, cuyo confiable funcionario, el anciano y negociador señor Lorry, se encarga personalmente de ayudar a Lucie en la misión de viajar a Francia. En tierras francesas Dickens se dedica a relatar el panorama desolador de su población, el hambre y la miseria en que viven los franceses es devastadora, mientras una clase noble abusa de su poder y trata a su pueblo como esclavos y animales, lo que genera una sociedad muy inestable. Es en Saint Antoine donde el señor Lorry y Lucie encuentran al doctor Manette, su padre, quien había estado preso en La Bastilla por más de 18 años por razones injustas. Ayudados por el matrimonio Defarge, dueños de una taberna, logran regresar con él a Inglaterra, pero el doctor Manette luce severos daños psicológicos. 

En la segunda parte, Dickens nos muestra el panorama de la sociedad inglesa que, a pesar de también manifestar una incipiente pobreza, muestra una mayor confianza en el futuro y estabilidad. Es en esta sociedad donde Lucie y su padre terminan asentándose y viviendo de forma que les permita recuperar el tiempo perdido y la salud. Pero la tranquilidad parece no querer ser parte de la vida de estos dos personajes, ya que, se ven involucrados en ciertos hechos en donde conocen a un jóven francés llamado Charles Darnay y a dos abogados bastante dispares. Por un lado está el exitoso señor Stryver quien es reconocido por su talento y eficacia pero dotado de una personalidad molesta y altanera, y por el otro está Sidney Carton, quien a pesar de ser talentoso, lleva una vida miserable entregada al alcohol, aunque posee un espíritu bondadoso. Desde ese momento, tanto Charles Darnay como Sidney Carton, ingresan al círculo cercano de amistades de los Manette al igual que el señor Lorry y el mensajero Jerry Crunsher, quien en más de una ocasión debe incurrir en algunos delitos no muy honorables para poder dar de comer a su familia. Paralelamente se relata los hechos que dan inicio a la revolución francesa, dichos hechos son protagonizados por el matrimonio Defarge, hasta que todo explota el año 1789 con la toma de La Bastilla y el ajusticiamiento de los nobles en manos del pueblo francés.

En la tercera parte, por asuntos que no develaré en esta reseña, algunos de los personajes que protagonizan  la novela terminan viajando a Francia en medio del estallido social, por lo que se ven involucrados directamente en la violencia y la barbarie de la revolución francesa. Es la parte más intensa del libro donde confluyen todas las historias personales de cada personaje del libro. Es el punto donde todos de alguna forma se relacionan. Se conoce el origen misterioso de Charles Darnay como también se resuelven misterios que se dejaron inconclusos en el inicio del libro.

La narración de Dickens es bastante estructurada y bien equilibrada, no exagera con las descripciones como tampoco abusa de los diálogos y, cuando se dispone a describir una atmósfera utiliza una prosa más romántica y poética, alejada del estilo más directo que tiene la narración en general. La tensión narrativa tiende a caer en varios momentos de la novela por cuestiones meramente de ambición, el autor se propuso una novela muy compleja, pero esas bajas narrativas no anulan para nada el logro de tamaña obra. Al incluir una gran cantidad de personajes e ir profundizándolos poco a poco a medida que también debía narrar hechos históricos le dificultaba mantener el ritmo del argumento principal, ya que debía dar pequeños desvíos para narrar ciertos detalles de la vida de tal o cual personaje. Este aspecto lo logró salvaguardar bastante bien aunque no de forma perfecta, por lo que al leerlo se siente como transitar un camino con baches. Da la sensación de que la historia se compone de diferentes cuadros que no logran complementarse bien, pero que aún así impulsa, casi a la fueza, el hilo narrativo. Pero ese esfuerzo hecho en el inicio tiene su motivo en la tercera parte de la historia, cuando, de manera magistral y calculada a la perfección, todas las escenas extras que nos contó en el inicio terminan siendo fundamentales para el argumento. Nada sobra, nada está demás, termina su labor a la perfección.

Los personajes brillan por una cualidad muy interesante, son en blanco y negro. O son extremadamente bondadosos o son totalmente perdidos y podridos por dentro. Algunos brillan por su nobleza mientras otros son oscurecidos por su odio. Si bien, en un inicio es la clase noble la que brilla por su maldad y desprecio hacia los ciudadanos, luego son los ciudadanos los que se dejan carcomer por el odio y la venganza. De alguna forma, Dickens logra escenificar cómo el poder, el simple poder corrompe a cualquiera, incluso al oprimido. Un hombre con poder siempre se puede convertir en una bestia despiadada.

Estos personajes carentes de matices podrían ser una debilidad en la novela, ya que no deberían sentirse reales. Una persona real no es cien por ciento buena ni cien por ciento mala, tiene matices, pero Dickens apuesta por la pureza absoluta y un honor o maldad incluso desmedidos. Aún así, los sentí posibles, con caráctaer, con propósito, al borde entre lo caricaturesco y lo real, al límite. No sé si Dickens era una escritor o un ingeniero, porque realmente sabía calcular a la perfección las características de sus protagonistas. Realmente me gustaron mucho todos.

Lo increíble es que se trata de una novela histórica, algo alejado de lo que Dickens escribía con regularidad, nos habla de hechos que ocurrieron setenta años en el pasado desde la época en que publicó la novela. Él acostumbraba escribir sobre hechos contemporáneos, así que, no solo la estructura fue un desafío para él, sino también la tarea de documentarse sobre hechos que no vivió ni protagonizó. Lo mismo sucede con sus personajes. No son los típicos de sus obras, debe ceñirse a la regurosidad histórica y alejarse del concepto del protagonista infantil. Es un logro desde todos los ángulos, una maravilla de esas que perduran por siempre.

Aquí pueden encontrar la reseña en formato de vídeo. ¡No olviden suscribirse al canal!



Ricardo Carrión
Administrador del blog

6 comentarios:

  1. Podrías decirme por favor a qué cuadro corresponde la portada de esta edición?

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    1. Por más que investigué no pude averiguarlo, obviamente es una representación de la toma de la bastilla, pero no sé quién lo pintó ni cuál es su título.

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  2. Hola Ricardo, Charles Dickens es un eterno pendiente para mí, me preocupa los personajes que sean tan buenos o tan malos jajaja, pero dicen que el era un narrador extraordinario, voy a leer su novela y te contaré que me pareció. 🙂

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    1. ¡Hola Eliana!

      Genial! Me alegro que animes a leerlo y lo descubras por ti misma. Un gran saludo!

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  3. Hola! Quiero leer más de Charles Dickens, aunque creo que este título debería de dejarlo un poquito para más adelante, cuando haya ahondado en más de sus obras, precisamente por lo que comentas que es algo alejada a lo que él solía escribir. A ver cuándo le doy la oportunidad porque seguro que merece la pena su lectura. Un abrazo.

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    1. ¡Hola!

      Sí, puedes empezar por otra de sus obras, como por ejemplo, David Copperfield. ¡Saludos!

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