Reseña Nº 258: Hijo de Satanás (1990)
Análisis, opinión, citas y fragmentos
Hijo de Satanás es un compendio de relatos de Charles Bukowski que cuenta con aproximadamente 21 cuentos, los cuales abordan diversas temáticas. Algunas de un Henry Chinaski muy joven como en el relato que da nombre al libro Hijo de Satanás y otras como un Chinaski experimentado y famoso como en el relato Lo suficientemente loco con el que finaliza el libro. Lo cierto, es que cuando Chinaski es el protagonista los relatos siempre resultan divertidos y agradables de leer, incluso cuando Bukowski utiliza otros álter ego el resultado es similar. La esencia de sus escritos está en su eterno protagonismo. Pero en este libro, hay relatos más experimentales en donde muchas veces su protagonismo queda relegado o es inexistente. El grueso de la edición está compuesta por historias de apuestas en el hipódromo, de Jockeys, boxeadores, beisbolistas e incluso gángsters, las cuales me parecieron bastante aburridas y exentas de esa chispa tan particular que le da la presencia de Chinaski. Es que el carácter autobiográfico de la obra es el sello del autor. Sin embargo, le gusta escribir sobre historias que le cuenta la gente, incluso simples desconocidos. Y creo que en este volumen hecha mano de ellas, las recuerda e imagina nuevos detalles para hacerlas más entretenidas, pero sin un gran efecto.
Sin embargo, sus reflexiones sobre la vida siguen siendo implacables. Algunos fragmentos y frases destacan y brillan por sí solos, incluso en sus cuentos más mediocres.
"Creen que si los escritores sufren serán mucho mejores. Eso es pura mierda. El sufrimiento es exactamente igual que cualquier otra cosa: si te dan demasiado, al cabo de un tiempo puedes hundirte. Es el intento de escapar del sufrimiento lo que crea grandes escritores: te sientes tan bien que haces que los lectores se sientan bien" (Pág 191).
Lo cierto es que su forma de vida desapegada, alcohólica, de casi un vagabundo y que retrata muy bien en sus textos, contrasta con su enorme sensibilidad existencial, pareciese que un hombre que vive así, dependiendo del trago, no sería poseedor de una mirada tan filosófica del mundo, de las situaciones cotidianas, del amor. Bukowski es capaz de transmitir en palabras eso que le oprime el alma y, además, al mismo tiempo reírse de ello. Esa mezcla entre reflexión y humor, esa especie de burla frente a la nada es lo que le da sustancia a sus textos llenos de cotidianidad. En este volumen hay muchos pasajes destacables en donde el autor desafía a la nada, al absurdo de la existencia, siempre desde la perspectiva de un escritor, aquel que escribe para llenar ese vacío.
"Escribir te empuja a espacios aéreos, te convierte en un extraño, en un inadaptado. No es raro que Hemingway se volara los sesos por encima del jugo de naranja. No es raro que Hart Crane se tirase a la hélice, no es raro que Chatertton se tomara un matarratas. Los únicos que continuaban eran los que escribían best-sellers, y esos no estaban escribiendo, ésos ya estaban muertos. Y tal ves él estuviese muerto también: poseía una casa en propiedad con su sistema de seguridad, tenía una máquina de escribir IBM eléctrica, tenía un Porsche y un BMW en el garaje. Pero hasta ahora se había resistido a la piscina, al jacuzzi y a la pista de tenis. ¿Estaría quizá, solo medio muerto?" (Pág. 128).
El manifiesto odio hacia la rutina, hacia el sistema que domina a todos, incluso en sus vidas amorosas, convirtiendo al amor en un objeto más de una sociedad acelerada y que no se detiene, reciente a Bukowski y le provoca manifestar su rechazo, plasmando en palabras aquello que tanto nos cuesta admitir. Frente al paso del tiempo, el hombre se convierte en un navegante a la deriva en una sociedad capitalista que solo nos utiliza como un objeto para producir dinero. Y al ser objeto la soledad nos corroe. Es por ello que sus solitarios personajes sin rumbo no nos dejan indiferentes.
"Nada en la tele. Monty se sirvió Whisky. Había estado casado dos veces. En las dos ocasiones el comienzo había sido prometedor. Había habido risas y comprensión, y el sexo no había estado mal con ninguna de las dos mujeres. Pero gradualmente los matrimonios se convertían en empleos. Carecían de variedad. En seguida esos matrimonios se habían vuelto un concurso de quién podía agotar al otro. Se habían vuelto un juego de odio. Monty tuvo que abandonar las dos veces. Con los ligues había sido más o menos lo mismo. ¿Cuántas vidas había como la suya? ¿Cuánta gente que simplemente continuaba de modo insensato? (Pág. 104).
Los relatos o cuentos que componen esta edición son:
1.- Hijo de Satanás
2.- La vida de un vagabundo
3.- Un día
4.- La venganza de los malditos
5.- Acción
6.- El jockey
7.- Camus
8.- Fama
9.- Hacia arriba sin alas
10.- Mala noche
11.- Tráeme tu amor
12.- Los escritores
13.- Bloqueado
14.- No hay canciones de amor
15.- Strikeout
16.- .191
17.- Solo en la cumbre
18. Cómprame cacahuetes y caramelos
19.- El ganador
20.- No hay trato
21.- Lo suficientemente loco
Frases que me gustaron:
Estamos todos atrapados por las circunstancias y al intentar escapar solo conseguimos mutilarnos.
¿Cuánta mierda tiene que aguantar un hombre solo para sobrevivir?
Yo iba muy poco al cine porque me bastaba a mí mismo para asesinar mi tiempo, no necesitaba ayuda extra.
Siempre se sentía mal cuando pensaba en cosas. Lo que había que hacer era no pensar, desconectar.
Los pensamientos profundos podían conducir a errores profundos.
Ricardo Carrión
Administrador del blog
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Puedes ser el primero en comentar!