Estados Unidos de Japón (2016)
Crítica y análisis
Peter Tieryas
Ediciones B (2017)
Nova
408 páginas
Ucronía
Nos remontamos al pasado, a finales de la Segunda Guerra Mundial, pero pasa algo extraño, los acontecimientos no son como los describen los libros de historia, las cosas son diferentes, los hechos han cambiado. Sí, porque Estados Unidos de Japón es una historia alternativa; una ucronía. No ocurre que 1945, Japón acepte su rendición incondicional, al contrario, la guerra se extiende hasta 1948 y los Japoneses invaden territorio norteamericano. Utilizando una mortífera arma secreta, logran reducir al pueblo de Estados Unidos, quienes deben rendirse. A partir de ese punto, se escribe una historia alternativa a la que conocemos. Ya no hay más Estados Unidos de America, ahora es Estados Unidos de Japón.
Inmediatamente, nada más ganar la guerra, se instaura un régimen totalitarista, encabezado por el emperador Japonés. Los pocos sobrevivientes norteamericanos, deben afrontar la fuerte represión y las torturas de la nueva sociedad japonesa.
"Los imperios no se construyen sobre las espaldas de buenas personas". Pág. 315.
La historia inicia exactamente en el punto en que Japón domina al pueblo norteamericano. El narrador se centra en un aislado campo de torturas estadounidense. Donde japoneses nacidos en Estados Unidos de America y emigrantes, eran torturados sin piedad. Es el año 1948, y estos prisioneros sin esperanza, se enteran de un día para otro, que son libres, que el emperador japonés, les ha dado la libertad, pero que también deben respetarlo y alabarlo, ya que se trata de una divinidad. Cualquier palabra en su contra se pagará con la muerte.
Luego de ese primer vistazo al inicio del régimen del emperador, saltamos cuarenta años en el futuro, en donde el hijo de una pareja de aquellos prisioneros de guerra, se desenvuelve en un Estados Unidos de Japón con cuatro décadas de existencia. Beniko Ishimura, es un hombre de treinta y nueve años. Es el capitán de la oficina de Censura de juegos de portical de Estados Unidos de Japón. Los juegos de portical (análogos a los videojuegos de nuestra línea temporal), han sido masificados, con el fin de preparar a los civiles para acciones bélicas, pero al mismo tiempo para espiarlos. El opresivo régimen japonés siempre está buscando traidores, y no dudan en torturar y asesinar a todo aquel que presente el más leve desacuerdo con los deseos del emperador. Es tanta la presión a la que son sometidos los ciudadanos, que incluso los hijos denuncian a sus padres por traición. Lo avances tecnológicos enfocados a descubrir traidores están tan avanzados, que no solo los juegos están destinados a ello, sino también tecnologías que extraen pensamientos luego de la muerte e incluso trabajan en dispositivos para detectar pensamientos desleales.
Los encargados de investigar y ajusticiar los actos de traición, son las policías. Existe la Kempeitai, la policía militar del Ejercito Imperial Japonés, encargada de asuntos externos y extranjeros. Mientras que para los asuntos internos está la Tokubetsu Koto Keisatsu (Tokko), policía secreta japonesa. Toda esta red de espionaje está encargada de evitar el levantamiento y resurgimiento de un grupo de disidentes norteamericanos que se denominan los George Washingtons.
Beniko Ishimura, no es un empleado ideal, siempre está al límite de la deslealtad, salvo por una honorable acción de su pasado, sobre él siempre recaen acusaciones de una ética laboral relajada. Razón por la cual es investigado por una agente especial de la Tokko: Akiko Tsukino.
Beniko, disfraza constantemente su aversión por el duro régimen totalitario del imperio, es consciente de la inhumana sociedad en que vive, pero debe tener todo eso en secreto para mantenerse con vida. En cambio Akiko, es una fanática del emperador, y está entrenada y dispuesta a cumplir con las ordenes que se le dan, sin importar a quién tenga que matar. Al principio, hay un fuerte choque ideológico entre ellos, que luego pasa a un segundo plano cuando se ven en la necesidad de colaborar juntos para desbaratar la distribución ilegal de un juego de portical llamado Estados Unidos de America, en donde se cuenta, cómo sería el mundo si los norteamericanos hubieran ganado la guerra.
Sin querer, juntos deberán descubrir quién está distribuyendo el juego. Lo que los llevará no solo a enfrentarse a los Geroge Washintongs, sino también al mismo y opresivo Imperio Japonés.
Si bien, en esta historia, el autor homenajea directamente a Philip K. Dick, por inspirarlo. Lo que hace inevitable no pensar inmediatamente en El hombre en el castillo. Al leer el libro, se me vino a la mente otra historia, que me parece, lo representa mejor: 1984.
Utiliza la idea ucrónica de El hombre en el castillo para crear esta historia alternativa en el pasado. Pero el desarrollo de esta línea paralela en el tiempo, es de un carisma totalitarista. El imperio japonés que invade Norteamérica, representa aquella sociedad descrita por Orwell en su libro 1984. En donde debe presentarse una obediencia ciega a un ser que se caracteriza por su ausencia física, pero que vive como una idea impuesta en la sociedad. En este caso, el que actúa como gran hermano, es precisamente el emperador japonés, quién no contento con ser la cabeza del imperio, pretende ser una divinidad.
La sociedad vive siendo oprimida. No confían en las personas y buscan una obediencia ciega sin cuestionamiento, privilegiando a las personas que no piensan por sí mismas y se dejen llevar por la masa. El pensamiento crítico lleva al cuestionamiento del emperador, lo que sencillamente se arregla con torturas despiadadas y muerte. Si bien, en esta historia no contamos con una habitación 101 donde te exploten tanto física como psicológicamente, a través de tus miedos más profundos. El autor se inclina por algo mucho menos sutil, opta por el dolor físico extremo, por una crueldad y crudeza que asombra. De hecho, es uno de los puntos fuertes del libro. Esa violencia innecesaria y frialdad extrema a la hora de cercenar un cuerpo humano sin ningún remordiendo, es lo que reemplaza los giros argumentales tan carentes en este libro. A falta de una trama que sorprenda, es la violencia la que lo hace por ella. No me parece que sea lo mejor, pero funciona. Incluso, no parece una violencia puesta a propósito, está bien encajada en la trama, parecen actos completamente naturales en dicha sociedad.
El deseo del autor de desarrollar los temas de la opresión, la libertad, la empatía y la religión, genera la construcción de esta sociedad japonesa orwelliana que, al fin y al cabo, le da la estructura a la historia. A partir de ella, se desprenden los protagonistas y la trama. Beniko es un personaje cuyo desarrollo requiere no solo del tiempo presente, sino desde los días en que está a punto de nacer. Es el personaje más complejo, y para lograr su evolución, el autor utiliza flashbacks, que también están relacionados con la trama principal. A medida que Beniko avanza, también lo hace la trama, están íntimamente ligados. Por otro lado, Akiko evoluciona desde el tiempo presente en adelante, no precisa viajes al pasado. Su papel es muy distinto al de Beniko, ella es el personaje que a partir de las situaciones que enfrenta debe ir rompiendo su ciega lealtad al emperador, es un proceso duro, y el autor lo logra de muy buena manera.
La combinación de estos dos personajes, uno que adora al imperio y otro que lo odia, pero debe mantenerlo oculto, se hace muy interesante, debido a los contrastes en sus ideas, que permiten desarrollar los temas que el autor quiere tratar, sus evoluciones encajan muy bien en el argumento.
El problema es que la trama no logró la misma evolución. Los personajes crecen a medida que la historia avanza, pero la trama se pierde y se difumina. Eso fue haciendo que la tensión narrativa se perdiera. El objetivo de los personajes no parece impulsarlos lo suficiente, más que una búsqueda, parece que los personajes se desplazaran por el simple capricho del autor, los mueve a través de diversos lugares y los pone en situaciones que no parecen espontáneas, sino forzadas. El ejemplo más claro se da entre las páginas 273 y 304, donde el autor se desvía dando un rodeo apenas justificable.
Se centró mucho en los personajes, en sus evoluciones personales, y olvidó la trama, tanto así, que no vi ni un solo giro argumental interesante y, lo único que le daba momentos de tensión a la historia, eran las escenas de violencia. Al final, cuando los personajes alcanzan su objetivo, parece como si no importara. Ese efecto es muy negativo.
A pesar de que la pérdida de la tensión afecta el avance en el libro, no se nota tanto, porque el estilo del autor es muy ligero, utiliza mucho el diálogo y expone sus ideas en pocas líneas, utilizando muchas veces, excelente frases para coronar una escena o diálogo. Pero, al mismo tiempo, los finales de capítulos no eran sorpresivos, ni tampoco los inicios eran ágiles. Muchas veces inicia con descripciones lentas del entorno, lo que hacía desaparecer cualquier rastro de tensión.
La inclusión de los robots gigantes o mechas, no encaja en el argumento, si se reemplazarán por cualquier tipo de nave, el efecto sería el mismo, son meros adornos que se utilizan para llamar la atención, para sorprender. Sus escenas son pocas y no son importantes. Son utilizados como simples armas y transportes, función que cualquier nave podría realizar. Para que su inclusión sea justificada, deberían ser importantes en la trama, tener un papel que los haga necesarios por su fisonomía humanoide y no solo por las características que comparten con cualquier nave de guerra.
Como ven, el libro tiene sus partes positivas como negativas, aunque las negativas tienen mayor peso. No es un libro excelente pero tampoco es horrible. Cumple con la función de entretener a la vez que desarrolla temas interesantes. El problema está en la narración y la perdida de tensión. Aspectos fundamentales que, en vez de hacerlo brillar, lo opacan. Finalmente, lo reducen a un libro sin sorpresas y sin nada nuevo que mostrar. Porque la sociedad orwelliana ya es un clásico, y los videojuegos de guerra hace rato que Scott Card los hizo famosos en el juego de Ender. Mi consejo es que lo lean sin altas expectativas.
"Todo el mundo es culpable; solo es cuestión de averiguar de qué". Pág. 112.
Luego de ese primer vistazo al inicio del régimen del emperador, saltamos cuarenta años en el futuro, en donde el hijo de una pareja de aquellos prisioneros de guerra, se desenvuelve en un Estados Unidos de Japón con cuatro décadas de existencia. Beniko Ishimura, es un hombre de treinta y nueve años. Es el capitán de la oficina de Censura de juegos de portical de Estados Unidos de Japón. Los juegos de portical (análogos a los videojuegos de nuestra línea temporal), han sido masificados, con el fin de preparar a los civiles para acciones bélicas, pero al mismo tiempo para espiarlos. El opresivo régimen japonés siempre está buscando traidores, y no dudan en torturar y asesinar a todo aquel que presente el más leve desacuerdo con los deseos del emperador. Es tanta la presión a la que son sometidos los ciudadanos, que incluso los hijos denuncian a sus padres por traición. Lo avances tecnológicos enfocados a descubrir traidores están tan avanzados, que no solo los juegos están destinados a ello, sino también tecnologías que extraen pensamientos luego de la muerte e incluso trabajan en dispositivos para detectar pensamientos desleales.
"¿Sabe cómo se castiga la traición por pensamiento? Cincuenta años en un campo de trabajo". Pág. 92.
Los encargados de investigar y ajusticiar los actos de traición, son las policías. Existe la Kempeitai, la policía militar del Ejercito Imperial Japonés, encargada de asuntos externos y extranjeros. Mientras que para los asuntos internos está la Tokubetsu Koto Keisatsu (Tokko), policía secreta japonesa. Toda esta red de espionaje está encargada de evitar el levantamiento y resurgimiento de un grupo de disidentes norteamericanos que se denominan los George Washingtons.
Beniko Ishimura, no es un empleado ideal, siempre está al límite de la deslealtad, salvo por una honorable acción de su pasado, sobre él siempre recaen acusaciones de una ética laboral relajada. Razón por la cual es investigado por una agente especial de la Tokko: Akiko Tsukino.
Beniko, disfraza constantemente su aversión por el duro régimen totalitario del imperio, es consciente de la inhumana sociedad en que vive, pero debe tener todo eso en secreto para mantenerse con vida. En cambio Akiko, es una fanática del emperador, y está entrenada y dispuesta a cumplir con las ordenes que se le dan, sin importar a quién tenga que matar. Al principio, hay un fuerte choque ideológico entre ellos, que luego pasa a un segundo plano cuando se ven en la necesidad de colaborar juntos para desbaratar la distribución ilegal de un juego de portical llamado Estados Unidos de America, en donde se cuenta, cómo sería el mundo si los norteamericanos hubieran ganado la guerra.
Sin querer, juntos deberán descubrir quién está distribuyendo el juego. Lo que los llevará no solo a enfrentarse a los Geroge Washintongs, sino también al mismo y opresivo Imperio Japonés.
"Como siga por ese camino, lo ejecutaré personalmente cuando salgamos de aquí". Pág. 157.
Si bien, en esta historia, el autor homenajea directamente a Philip K. Dick, por inspirarlo. Lo que hace inevitable no pensar inmediatamente en El hombre en el castillo. Al leer el libro, se me vino a la mente otra historia, que me parece, lo representa mejor: 1984.
Utiliza la idea ucrónica de El hombre en el castillo para crear esta historia alternativa en el pasado. Pero el desarrollo de esta línea paralela en el tiempo, es de un carisma totalitarista. El imperio japonés que invade Norteamérica, representa aquella sociedad descrita por Orwell en su libro 1984. En donde debe presentarse una obediencia ciega a un ser que se caracteriza por su ausencia física, pero que vive como una idea impuesta en la sociedad. En este caso, el que actúa como gran hermano, es precisamente el emperador japonés, quién no contento con ser la cabeza del imperio, pretende ser una divinidad.
"En el imperio todos somos hijos del emperador, y mientras seamos leales, se nos trata con honor y respeto". Pág. 230.
La sociedad vive siendo oprimida. No confían en las personas y buscan una obediencia ciega sin cuestionamiento, privilegiando a las personas que no piensan por sí mismas y se dejen llevar por la masa. El pensamiento crítico lleva al cuestionamiento del emperador, lo que sencillamente se arregla con torturas despiadadas y muerte. Si bien, en esta historia no contamos con una habitación 101 donde te exploten tanto física como psicológicamente, a través de tus miedos más profundos. El autor se inclina por algo mucho menos sutil, opta por el dolor físico extremo, por una crueldad y crudeza que asombra. De hecho, es uno de los puntos fuertes del libro. Esa violencia innecesaria y frialdad extrema a la hora de cercenar un cuerpo humano sin ningún remordiendo, es lo que reemplaza los giros argumentales tan carentes en este libro. A falta de una trama que sorprenda, es la violencia la que lo hace por ella. No me parece que sea lo mejor, pero funciona. Incluso, no parece una violencia puesta a propósito, está bien encajada en la trama, parecen actos completamente naturales en dicha sociedad.
"El emperador es nuestro Dios. Un fervor que no llegue a la locura es traición". Pág. 253.
El deseo del autor de desarrollar los temas de la opresión, la libertad, la empatía y la religión, genera la construcción de esta sociedad japonesa orwelliana que, al fin y al cabo, le da la estructura a la historia. A partir de ella, se desprenden los protagonistas y la trama. Beniko es un personaje cuyo desarrollo requiere no solo del tiempo presente, sino desde los días en que está a punto de nacer. Es el personaje más complejo, y para lograr su evolución, el autor utiliza flashbacks, que también están relacionados con la trama principal. A medida que Beniko avanza, también lo hace la trama, están íntimamente ligados. Por otro lado, Akiko evoluciona desde el tiempo presente en adelante, no precisa viajes al pasado. Su papel es muy distinto al de Beniko, ella es el personaje que a partir de las situaciones que enfrenta debe ir rompiendo su ciega lealtad al emperador, es un proceso duro, y el autor lo logra de muy buena manera.
"El arrepentimiento es como un parásito mental que modifica la conducta". Pág. 313.
La combinación de estos dos personajes, uno que adora al imperio y otro que lo odia, pero debe mantenerlo oculto, se hace muy interesante, debido a los contrastes en sus ideas, que permiten desarrollar los temas que el autor quiere tratar, sus evoluciones encajan muy bien en el argumento.
El problema es que la trama no logró la misma evolución. Los personajes crecen a medida que la historia avanza, pero la trama se pierde y se difumina. Eso fue haciendo que la tensión narrativa se perdiera. El objetivo de los personajes no parece impulsarlos lo suficiente, más que una búsqueda, parece que los personajes se desplazaran por el simple capricho del autor, los mueve a través de diversos lugares y los pone en situaciones que no parecen espontáneas, sino forzadas. El ejemplo más claro se da entre las páginas 273 y 304, donde el autor se desvía dando un rodeo apenas justificable.
Se centró mucho en los personajes, en sus evoluciones personales, y olvidó la trama, tanto así, que no vi ni un solo giro argumental interesante y, lo único que le daba momentos de tensión a la historia, eran las escenas de violencia. Al final, cuando los personajes alcanzan su objetivo, parece como si no importara. Ese efecto es muy negativo.
A pesar de que la pérdida de la tensión afecta el avance en el libro, no se nota tanto, porque el estilo del autor es muy ligero, utiliza mucho el diálogo y expone sus ideas en pocas líneas, utilizando muchas veces, excelente frases para coronar una escena o diálogo. Pero, al mismo tiempo, los finales de capítulos no eran sorpresivos, ni tampoco los inicios eran ágiles. Muchas veces inicia con descripciones lentas del entorno, lo que hacía desaparecer cualquier rastro de tensión.
La inclusión de los robots gigantes o mechas, no encaja en el argumento, si se reemplazarán por cualquier tipo de nave, el efecto sería el mismo, son meros adornos que se utilizan para llamar la atención, para sorprender. Sus escenas son pocas y no son importantes. Son utilizados como simples armas y transportes, función que cualquier nave podría realizar. Para que su inclusión sea justificada, deberían ser importantes en la trama, tener un papel que los haga necesarios por su fisonomía humanoide y no solo por las características que comparten con cualquier nave de guerra.
Como ven, el libro tiene sus partes positivas como negativas, aunque las negativas tienen mayor peso. No es un libro excelente pero tampoco es horrible. Cumple con la función de entretener a la vez que desarrolla temas interesantes. El problema está en la narración y la perdida de tensión. Aspectos fundamentales que, en vez de hacerlo brillar, lo opacan. Finalmente, lo reducen a un libro sin sorpresas y sin nada nuevo que mostrar. Porque la sociedad orwelliana ya es un clásico, y los videojuegos de guerra hace rato que Scott Card los hizo famosos en el juego de Ender. Mi consejo es que lo lean sin altas expectativas.
Muchas gracias a ediciones B Chile por el envío del ejemplar
Ricardo Carrión
Administrador del blog.
Hola!! creo que de este paso, no me llama la atención el tema y por lo que veo tampoco es muy entretenido, muy buena reseña como siempre!
ResponderEliminarSaludos!
¡Hola Eve!
EliminarSí, no creo que te guste mucho, a pesar de todo es rápido de leer y no resulta tan aburrido, pero uno queda con la sensación de pudo ser mucho mejor. ¡Saludos!
Hola. Yo me leí este libro, incluso hicimos HO con el autor viéndonos, y el desarrollo de la trama fue un punto importante en la discusión. Peter mismo dijo que de cierta forma estaba consciente de ello, y que esperaba que en la segunda parte del libro, que se centrará más en Alemania y Hitler, se subsanarán esos vacíos. Pero a nivel general, fue un libro entretenido y concuerdo contigo en que las escenas de violencia y las frases muy buenas que lanzaba, rescataron al libro.
ResponderEliminar¡Hola Jarhat!
EliminarEstoy muy contento de que te hayas pasado por aquí a comentar. Bien, el libro es entretenido y, aunque no me guste, son la escenas de violencia las que lo sacan a flote. Están bien insertadas en la trama, es una fórmula que resulta y funciona bien. El libro tiene algunas frases geniales, y unos fragmentos muy reflexivos. Creo que trató bien los temas que le interesaban, pero le faltó la chispa argumental. Lo bueno es que es entretenido, lo malo, es que tenía todo el potencial de ser una joya. ¡Saludos!
Hola Ricardo, otro libro que ahora dudo en leer, quizás lo lea por la comparación que le hiciste con 1984, pero parece que es un libro para entretener y ahora quiero lecturas que me hagan pensar un abrazo 🤗
ResponderEliminar¡Hola Eliana!
EliminarTe dije que a medida que leas, vas a querer más libros de esos que nos hacen pensar jaja. Es imposible no evolucionar. ¡Saludos!
Hola!
ResponderEliminarLa verdad que en este caso, todo y poder generar algo de curiosidad, no lo ha hecho y más viendo que pesan más las partes negativas que las positivas, así que este lo dejo pasar.
Besos!
¡Hola Esther!
EliminarNo creo que sea de tu estilo, es mejor que lo dejes pasar jeje. ¡Saludos!
Chiquilloo!
ResponderEliminarBueno, si un libro no tiene algunos giros interesantes y momentos de expectación, no me enganchan mucho, como soy una persona ansiosa jajaj necesito de motivación constante o si no zzzz (lo tiro por la ventana como dices tu jajajaja)
Cuando vi este libro en el catálogo de inmediato dije "este no es para mi" jaja más allá de su trama, no se porque sentí que no lo iba a disfrutar (y creo que le achunté) jajaja
Un gran beso querido!
¡Hola Meg!
EliminarCómo es eso de copiar mi técnica patentada de tirar libros por la ventana??? jajaja. Sí, no creo que sea un libro para ti. No tiene romance, así que Next jajaja. ¡Saludos!
Oye!!
Eliminar¿Cuál es el problema con el romance?.. CUI DA DI TO jajajajaja....
(No podía quedarme callada después de ese comentario)
jajajajaj ¡Oye! Yo amo el romance, pero claro, romance del bueno... jajajaja xD
EliminarLa verdad es que no soy muy fans del romance, o sea por lo general los libros de fantasía que leo traen romance incorporados, pero hay varios que leo que no son románticos y me gustan bastante !
EliminarHola Ricardo !!!
ResponderEliminarNo me esperabas por aqui cierto??? jajajaja bueno sinceramente cuando ví el libro si me llamó la atención, pero por los problemas en la trama que comentas, creo que paso de él. Algo que he aprendido, sobretodo con los libros juveniles, es que puedes tener personajes increíbles, pero si la trama no lo acompaña, es llevarte una decepción gratuita.
Por otro lado, desde cuando que le has quitado el fondo al blog??? no lo recuerdo así... pero se ve muy bien !! y ahora veo tu cara mas grande jajaja!!
Saludos!!
¡Hola Kat!
EliminarSí, no te esperaba jajajaja. Es tan cierto lo que dices, la trama es lo fundamental, dejarla de lado es un pecado muy grave. Qué fácil era darle un poco de decencia a mi blog, sólo cambié el fondo jajaja. Mi cara se ve más grande porque antes no estaba. La tuve que poner, porque en algunos comentarios me decían "guapa" y entonces dije: Esto no puede ser. jajajaj ¡Saludos!
Hola Ricardo!
ResponderEliminarNo me llama mucho la atención el libro, está más que claro que nuestros estilos de lectura son completamente diferentes, y me causa mucha gracia eso.
Entiendo que te inclines más por Orwell, pero yo por más que trato cambiar o probar más estilos, no llego a eso, es por lo mismo que junto a Tamara o Meg nos hemos convertido en buenas amigas literarias, nos encantan los géneros de fantasía, ROMANCE, y esas historias que odias y tiras por la ventana, siento que me concentro en disfrutar leyendo más que analizando. Nos agradas por cierto, aunque seamos lectores diferentes, jajaja.. Excelente reseña, aunque la encontré más larga que otras jajajaj... (Sinceridad ante todo) Muacks! Cariños Ric ❤
¡Hola Nicole!
EliminarSí, la reseña quedó larga porque había mucho que analizar, a veces las hago más largas aún. Y eso que dejé algunas cosas fuera. Gracias por aceptarme a pesar de que no tengamos los mismo gustos, pero yo también amo el romance. Benedetti y Austen me encantan. Para qué hablar de lo precioso que fue Rayuela. Lo que pasa es que el romance juvenil lo encuentro demasiado poco elaborado, ya, lo dije y qué jajajaja ¡Saludos!
Bueno vengo aquí a pelear porque sino salta saldré no es pelea la cosa! Jajajajajajaja
EliminarSi la verdad es que tenemos gustos muy distintos la diferencia es que tú no estás tolenrando nuestros estilos ah! Te voy a tirar por la ventana jajaja
Pero entiendo tus gustos a nosotras también nos gusta Austen y bueno a Nico me gusta Brandon así que tenemos cosas en común, pero claro disfrutamos de cosas distintas, pero ojo, eso siempre es bueno!
Un abrazo !
jajjajaja Sí tolero sus gustos, lo que pasa es que me gusta molestar jajaja. Sí, esa es la idea, disfrutar de la diversidad en todo. Prometo no molestarlas más para que no tires por la ventana jaja. ¡Saludos!
Eliminar¿ya se terminó la pelea?, pucha llegué tarde :( .. jajajaja...
ResponderEliminarTambién Amo a Austen, creo que es maravillosa, aunque el triángulo amoroso en sus historias me estresa un poco, pero bueno, su forma era única.
Nos seguimos leyendo y peleando en otro momento jajajaja... cariños a los dos! ❤
Hola Ricardo!
ResponderEliminarEs idea mía o has destrozado este libro con elegancia? jajaja
La verdad es que si bien así a primera leída puede tener sus cosas llamativas, ya leyendo completa tu reseña la verdad es que el libro no me alcanza a motivar, así que se agradece tan amplio análisis lleno de honestidad haha
Un saludo!
¡Hola Pedro!
Eliminar"Elegancia" es una palabra muy acertada jajajaja. ¡Saludos!
A este libro le tengo muchísimas ganas. Espero leerlo este año. Leo más fantasía que scifi, pero aún así la premisa es muy atractiva para no darle un vistazo.
ResponderEliminarSaludos!
Ya desde el título pude encontrar una referencia a El Hombre en el Castillo de mi papi K. Dick. Es prácticamente lo mismo pero alejándose solo un poco de la dirección que trazó K. Dick. Tendría que leerlo para juzgarlo . Pero, no me apetece leer la calca de otro. He visto mucho entusiasmo por este libro. Por ahora, paso. Gracias por la recomendación. Cariños <3
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