RESEÑA: El pozo de la ascensión [ SANDERSON ]

El pozo de la ascensión (Mistborn II)

Brandon Sanderson

Ediciones B

Nova

784 páginas
Fantasía

Antes de comenzar con la reseña, aviso que se trata de la segunda parte de una saga, por lo que puede haber spoilers inevitables que podría arruinarles el primer libro. Recomiendo que no lean esta reseña sin antes haber leído la primera entrega "El imperio final", del cual les dejó la reseña aquí

"Él dejó ruinas a su paso, pero fueron olvidadas. Él creó reinos, y luego los destruyó mientras creaba el mundo de nuevo". Pág. 715.

Hace mil años las profecías anunciaban al héroe de las eras; él salvaría al mundo de la profundidad. Hace mil años apareció, y se hizo con un poder infinito, con el cual derrotó al enemigo. Desde entonces se proclamó como el lord Legislador del imperio final y gobernó de forma tiránica; esclavizando a la mayor parte de la población, y dando un trato privilegiado a unos pocos.
Han pasado mil años y el lord Legislador ha sido asesinado y junto con él, se ha derrumbado toda la estructura social que se sostenía en base a la opresión a los más pobres; los denominados skaa.

Tras miles de años bajo un régimen estricto, los skaa y todos los habitantes del imperio, deberán acostumbrarse a esta inesperada libertad. El imperio se ha fragmentado en diversas dominaciones, debido a que los nobles más ambiciosos y poderosos, han decidido gobernar cada uno por la fuerza.

Pero sigue siendo Luthadel la ciudad principal, la más grande y con mayor cantidad de habitantes, y por lo tanto la más deseada por cualquiera que intente hacerse con el poder total. Desde la caída del lord Legislador orquestada por el equipo de Kelsier, el joven Elend Venture, hijo de uno de los nobles más importantes de la ciudad, fue elegido como Rey, debido a su gran conocimiento en política y leyes, además de su gran calidad humana. Como rey, logró realizar lo que tanto anhelaba en los días de opresión; su utopía, creó un gobierno en donde todas las personas eran iguales, y todo tenían opinión y derecho a decidir. El equipo de Kelsier lo apoya, y han pasado de ser una banda de ladrones, a figuras importantes del nuevo gobierno; la dominación central.

Ciudad de Luthadel. Capital de la Dominación Central

Lamentablemente, al ser la dominación más importante, atrae la ambición de los nobles que encabezan las dominaciones exteriores. Además, corre el rumor de que el lord Legislador guardó en la ciudad de Luthadel una importante cantidad de "Atium", uno de los metales más valiosos y costosos; extremadamente letal en manos de un "nacido de la bruma" o " Mistborn". Debido a eso Luthadel debe soportar el asedio de estos ambiciosos ejercitos, que desean hacerse con el trono de Elend, para obtener riquezas, poder y volver a esclavizar a los skaa.

"Nada atrae más rápido a los tiburones que la sangre fresca. Gastar grandes cantidades de atium solo indicaría con toda seguridad que lo tengo..., una mala idea, considerando lo mucho que nos costó acallar esos rumores". Pág. 316.

Pero Elend contará con el apoyo del equipo Kelsier y su nacida de la bruma personal, Vin, de la cual está enamorado, para poder resistir e intentar salvar a la ciudad de una nueva tiranía. Vin, también está enamorada de Elend, pero su juventud y los misterios de la alomancia enturbian sus pensamientos.
Desde que el lord Legislador murió, las brumas se han comportado de un modo extraño, han comenzado a aparecer de día, y Vin, ha podido ver durante las noches "espectros de la bruma" que la siguen de cerca.

"¿Cómo podía dormir sabiendo que el espíritu la observaba desde la bruma, ominoso y lleno de odio?". Pág. 349.

Estos extraños sucesos han despertado su curiosidad. Quizá luego de la muerte del lord Legislador, la profundidad regresa para acabar con todos, por lo que también toma fuerza la idea de que un nuevo héroe de las eras aparecerá para combatirla. Si es así, ese héroe, deberá ir nuevamente al pozo de la ascensión, del que se desconoce su paradero, para obtener el poder necesario y derrotar a la profundidad.

"Había un lugar para mí en la tradición de la Anticipación: me consideré el Anunciador, el profeta que habría de descubrir, según lo predicho, al Héroe de las Eras". Pág. 504.

Mientras Vin y Sazed se plantean estos dilemas, la ciudad de Luthadel, debe resistir el asedio de los ejércitos enemigos. El rey Elend y sus amigos, deberán enfrentar, una escasez de alimentos, miedo y pánico en la población; espías enemigos, traiciones por ambición y asesinos a sueldo. Mientras silenciosamente las brumas comienzan a ganar terreno.

"Eso es lo que haces cuando tomas el poder. Matas a tus rivales y a sus familias..., incluso a las niñas pequeñas, incluso a los bebés. Y dejas sus cadáveres como advertencia. Esa es la buena política. ¡Así es como conservas el poder!". Pág. 529.

Para graficar este paralelo entre los extraños comportamientos de la bruma y el desorden político y social que vive el imperio luego del derrumbe de la tiranía, el autor toma a Sazed, el mayordomo terrisiano, y lo lleva a las Dominaciones exteriores, donde es testigo de los estragos de las brumas en la periferia. Mientras, el resto del equipo Kelsier, se mantiene en Luthadel, en donde intentan estabilizar el gobierno de Elend. En la ciudad, es el asedio de los ejércitos el que mueve a los personajes. Los obliga a buscar estrategias para evitar una guerra y al mismo tiempo no perder el trono. Todos están concentrados en aquella tarea, menos Vin, que divaga entre los sucesos de la ciudad, sentimientos personales, y el extraño comportamiento de las brumas.

El pozo de la ascensión es la secuela de "El imperio final" donde se da a conocer el sistema mágico creado por Sanderson. En este libro ya no hay necesidad de explicar su funcionamiento. El autor trabaja sobre la base de un lector ya familiarizado con la alomancia, por lo cual solo hace pequeños recordatorios de su uso.

Por lo tanto tenemos una historia que tiene dos elementos para conquistar al lector: la crisis social, política y religiosa que azota al ex imperio final, y el misterio sobre el héroe de las eras y el pozo de la ascensión.

Como lector de fantasía, leo a Sanderson por su innovación dentro del género. Por abandonar ciertos cliché y crear novedosos sistemas mágicos, que son siempre la parte más interesante de la historia.  En este libro, no nos puede sorprender con el uso de la alomancia, pero los cabos sueltos que dejó en el primer volumen, hace interesante su lectura; es lo que motiva a leerlo. Por lo tanto yo esperaba ir adentrándome en la búsqueda del pozo de la ascensión, en el origen de los poderes alománticos, y en el descubrimiento del nuevo héroe de las eras.

Lamentablemente en esta segunda entrega de la saga "Mistborn" no se centra en estos aspectos, sino en los problemas políticos, sociales y religiosos, luego de la caída del imperio final. Ellos son el tema principal; le dan estructura al relato. Y se trata someramente, el tema que le da el título al libro, es decir, que lo novedoso, lo diferente, pasa a segundo plano.

Libros de fantasía ambientados en un mundo medieval, en donde se enfrentan ejércitos y de por medio hay intrigas políticas, traiciones y asesinatos, hay muchos; y de muy buena calidad. Sanderson recurre a esta formula para extender su historia, pero ni siquiera esta trama política está a la altura, es relativamente aburrida y predecible. La acompaña y adorna, con la relación amorosa entre Elend y Vin, un hombre normal, y una nacida de la bruma; ambos muy jóvenes. En donde a través de una narración omnisciente, lamentablemente nos revela sus confusiones y contradicciones; sí, lamentablemente, porque llega a ser agotadora la indecisión de estos dos personajes; es un cliché amoroso que me aburrió totalmente.

Y es justamente eso lo que me desilusiona de este libro, el exceso de clichés. Sanderson rompe sus propias reglas: en sus libros siempre evitó las batallas épicas, los romances los mantenía en segundo plano, e intentaba ser novedoso, sin dejar que los temas políticos dominaran y dejarán en segundo plano lo nuevo que inventaba. Había un entretejido entre trama y sistema mágico que le entregaba sensación de descubrimiento constante a la historia. Aquí, en cambio, todo el protagonismo se lo lleva la política y el romance juvenil; el misterio del pozo de la ascensión se ve desconectado, perdido, flotando en un mundo desconocido.
Quizá uno de sus peores fallos, y que es completamente incongruente con lo que he visto en sus otros libros, es dar poder de la nada, a un personaje que no lo tenía. Cuando un personaje nace sin poderes, Sanderson lo mantiene así, para demostrar su verdadero potencial humano sin necesidad de poderes especiales. En esta ocasión, rompe ese esquema; y lo hace para alargar la historia innecesariamente, y a la vez, para reparar uno de los errores cometidos en el primer tomo.

Porque este libro fácilmente pudo evitarse los rodeos innecesarios e ir directo al grano, es demasiado largo, y lo que queremos descubrir; lo que queremos saber: el misterio sobre las brumas, el héroe de las eras y el pozo de la ascensión, lo retoma en las últimas páginas, todo lo anterior es relleno. Hay incongruencias en los personajes y hay vacíos argumentales, que se originaron con el afán de alargar. Siento que escribió el libro bajo mucha presión.

Sanderson tomó su mundo fantástico, y lo que lo hacía especial, lo que lo hacía interesante, lo dejó de lado. Y se dedico a montarnos un trama política y romántica, bastante aburrida, que tiene sus buenos momentos cuando hay peleas o conflictos que involucran alomancia, cuyo uso no se siente natural, sino forzado. El libro se torna realmente bueno en las últimas cien páginas, cuando retoma los cabos sueltos del primer tomo, después de seiscientas páginas, y al fin avanza un poco en aquel misterio, pero solo un poco. Decepciona.  

Alerta Spoiler 

(Si no han leído este libro ni el Imperio Final, no lean este fragmento)

No acostumbro a colocar spoilers en las reseñas, pero éste es muy necesario. En el primer libro, Sanderson mató a un personaje muy importante: Kelsier. Él fue el pilar del primer libro, alrededor de ese personaje creó toda la historia. Era tan importante que, para que la trama funcionara, tenía que matarlo. Era la única forma de que la historia diera el giro necesario. Al perder ese personaje, el autor debió cerrar el argumento en el primer libro, o por último escribir un cuento para terminar todo; pero no lo hizo. Hay un vacío tremendo en la historia que no lo puede llenar nadie, e incluso, el mismo autor recuerda a Kelsier constantemente; los personajes lo nombran a menudo, porque hace falta. Kelsier unía el sistema mágico y la trama, ningún otro personaje lo hace, porque él era la piedra angular de toda la historia. En este libro intentó poner un suplente, pero no resultó. Zane, el nacido de la bruma, con un comportamiento errático, rayando en la locura, fue incorporado para hacer compañía a Vin en sus escenas en dónde ocupa la alomancia. Es un sustituto de Kelsier, pero sus escenas resultan forzadas, falsas, y fuera de lugar.
Sanderson en su afán de no revivir a Kelsier, para no romper sus reglas, se ve en la obligación de dar poderes a otro personaje, que no los tenía. Podría decirse que es una falta menor; que revivir a Kelsier sería mucho más grave e incoherente, pero aún así, encuentro que está mal querer reemplazarlo por otro personaje, es una medida desesperada para recuperar el equilibrio de la siguiente historia: El Héroe de la Eras.

Muchas gracias a Ediciones B Chile por el envío del ejemplar

Ricardo Carrión
Administrador del blog