Hombres y engranajes (1951)
Ernesto Sabato (1911-2011)
Seix Barral (2006)
141 páginas
Ensayo
Uno de los autores que me he propuesto releer y volver a reseñar este año es el argentino Ernesto Sabato. Quiero destacarlo en el blog y promover la lectura de sus libros, que son para mí, fundamentales en estos oscuros tiempos de la humanidad.
En esta ocasión haré referencia a uno de sus principales ensayos: Hombres y engranajes, una de las piedras angulares del pensamiento del argentino. A partir de este libro, se desprenden el resto de sus ensayos e incluso novelas. Porque si hay algo que destacar de este escritor es la coherencia en todos sus escritos; siguen una misma línea indeclinable de pensamiento.
Cronológicamente, este libro es su tercera publicación en vida. Precedida del ensayo "Uno y el universo (1945) y de una de sus novelas más aclamadas "El Túnel" (1948). Escrito en 1951, Hombres y engranajes no sólo intenta poner de manifiesto una crisis universal sino que viene a ser una suerte de autobiografía personal y espiritual del autor, en donde pone riguroso orden a las ideas que encauzan su vida. Porque Sabato desde muy joven, en busca de orden en el caos de la existencia, buscó refugio en la matemática, lo que lo llevó a obtener el Doctorado en Ciencias físicas y matemáticas en la Universidad de la Plata y más tarde una beca para investigar radiaciones atómicas en el Laboratorio Curie en Paris. Esta experiencia terminó por detonar en él una crisis existencial, al darse cuenta del mal que estaba haciendo la ciencia al mundo, por lo que decide abandonar definitivamente la física para dedicarse a ser escritor.
La justificación para tomar tan drástica y valiente decisión se encuentra en estas páginas. Sabato al estar inmerso en la ciencia positiva, logra captar que aquella creación del hombre ya no era controlada por su creador, y se había escapado a territorios inalcanzables para el hombre medio. La ciencia, que había nacido para solucionar los problemas de la sociedad humana, sería la responsable también, de su destrucción. Entonces, profundamente influenciado por el movimiento surrealista, decide comenzar por escapar él mismo de las garras de la vorágine tecnolátrica, y se aísla en un pequeño rancho junto a su familia, y en condiciones precarias, comienza a escribir y reflexionar para conservar su propia humanidad, pese al repudio de sus colegas científicos.
Es ahora, cuando nos sentimos asfixiados y solos, en un mundo que no se detiene y nos arrastra hacia la nada, cuando nos volvemos a cuestionar toda nuestra existencia, pero cuando queremos comprenderlo, ya estamos irremediablemente sumergidos en el vórtice de la destrucción. Para Sabato, son dos fuerzas dinámicas y amorales las responsables de nuestra sociedad maquinista, que adora la técnica: El dinero y la razón, fuerzas que individualmente no podrían habernos dañado, pero que en conjunto han logrado convertirnos en un engranaje de una gigantesca máquina de producir y consumir.
Pero esto no es algo que haya nacido en nuestro siglo, viene de tiempos más antiguos, desde la cuna de los tiempos modernos, desde el renacimiento. Es por eso que el autor haciendo gala de su erudición histórica nos explica cómo el dinero y la razón, fueron creciendo y convirtiéndose en líneas de fuerzas ocultas, que dirigieron a la sociedad inicialmente hacia el capitalismo, afectando luego todos los sistemas. Desde el tiempo de Da Vinci hasta el actual, toda nuestra civilización ha acabado formando parte de la razón y la máquina. Entender este proceso es esencial para comprender el derrumbe de la sociedad actual.
Poco a poco a través del tiempo se fue desarrollando el germen capitalista. El tiempo comenzó a valer oro, ya que el dinero se multiplicaba en el tiempo, por lo que se hizo necesario aprovecharlo al máximo, y para eso se necesitó medirlo. Y ahí actuó la ciencia, que se encargó de dar la respuesta exacta por medio de la cantidad. Su apoyo fue fundamental, ya que no solo se encargó de proveer los relojes para medirlo, sino que también entregó las técnicas y las máquinas para aumentar la eficiencia.
El continuo auge del capitalismo forzó el avance de la ciencia pura, juntos se desarrollaron gracias a la abstracción; la ciencia se generalizó para aumentar su dominio, y el capitalismo evolucionó al capitalismo financiero, en donde la especulación es más poderosa que el producto concreto.
El hombre ya no tenía tiempo para el ocio, para su desarrollo espiritual, sucumbió ante el poder de la abstracción, pasó de ser un hombre concreto con deseos individuales, a un hombre-masa con deseos colectivos. Fue moldeado y transformado en la pieza perfecta para encajar en el funcionamiento de la sociedad maquinista y tecnolátrica. En donde se volvió un engranaje más del sistema, una pieza reemplazable, con una profunda pobreza espiritual; el hombre se convirtió en "cosa".
Sabato nos muestra un panorama desolador, en donde el hombre, al perder sus atributos individuales, ha dejado aflorar su sentimiento de soledad. El mundo racional somete la mente del hombre-cosa, lo que inconscientemente lo atormenta, porque anhela también la irracionalidad. Y ese anhelo inconsciente es la esperanza a la que Sabato se aferra, que se ha visto reflejada en los escritores de los últimos tiempos, aquellos que han cambiado la belleza y la perfección de sus textos, por la metafísica. Es en la literatura y en el arte donde el hombre puede expresar su lado racional e irracional, donde puede recuperar su humanidad.
Sabato tiene fe en el hombre, cree firmemente que puede alcanzar la grandeza y la eternidad, que puede cambiar si se aferra a los valores, a los afectos. No cree que el basto conocimiento racional nos haga alcanzar el absoluto, cree en los instantes, en esos pequeños momentos fugaces en que sentimos que la vida tiene sentido.
Este ensayo, narrado con la intensidad y erudición que caracteriza a Sabato, rico en citas y referencias a innumerables escritores, reúne las principales ideas de su pensamiento. Es un texto fundamental para iniciarse en la lectura de sus ensayos. No teman leer a un maestro latinoamericano y den una oportunidad a sus obras.
"Estas reflexiones no forman un cuerpo sistemático ni pretenden satisfacer las exigencias de la forma literaria: no soy un filosofo y Dios me libre de ser un literato; son la expresión irregular de un hombre de nuestro tiempo que se ha visto obligado a reflexionar sobre el caos que lo rodea". Pág. 11.
Es ahora, cuando nos sentimos asfixiados y solos, en un mundo que no se detiene y nos arrastra hacia la nada, cuando nos volvemos a cuestionar toda nuestra existencia, pero cuando queremos comprenderlo, ya estamos irremediablemente sumergidos en el vórtice de la destrucción. Para Sabato, son dos fuerzas dinámicas y amorales las responsables de nuestra sociedad maquinista, que adora la técnica: El dinero y la razón, fuerzas que individualmente no podrían habernos dañado, pero que en conjunto han logrado convertirnos en un engranaje de una gigantesca máquina de producir y consumir.
Pero esto no es algo que haya nacido en nuestro siglo, viene de tiempos más antiguos, desde la cuna de los tiempos modernos, desde el renacimiento. Es por eso que el autor haciendo gala de su erudición histórica nos explica cómo el dinero y la razón, fueron creciendo y convirtiéndose en líneas de fuerzas ocultas, que dirigieron a la sociedad inicialmente hacia el capitalismo, afectando luego todos los sistemas. Desde el tiempo de Da Vinci hasta el actual, toda nuestra civilización ha acabado formando parte de la razón y la máquina. Entender este proceso es esencial para comprender el derrumbe de la sociedad actual.
Poco a poco a través del tiempo se fue desarrollando el germen capitalista. El tiempo comenzó a valer oro, ya que el dinero se multiplicaba en el tiempo, por lo que se hizo necesario aprovecharlo al máximo, y para eso se necesitó medirlo. Y ahí actuó la ciencia, que se encargó de dar la respuesta exacta por medio de la cantidad. Su apoyo fue fundamental, ya que no solo se encargó de proveer los relojes para medirlo, sino que también entregó las técnicas y las máquinas para aumentar la eficiencia.
"El reloj, que surgió para ayudar al hombre, se ha convertido hoy en un instrumento para torturarlo". Pág. 67.
El continuo auge del capitalismo forzó el avance de la ciencia pura, juntos se desarrollaron gracias a la abstracción; la ciencia se generalizó para aumentar su dominio, y el capitalismo evolucionó al capitalismo financiero, en donde la especulación es más poderosa que el producto concreto.
"El dinero y la razón otorgaron el poder secular al hombre, no a pesar de la abstracción, sino gracias a ella". Pág. 48.
El hombre ya no tenía tiempo para el ocio, para su desarrollo espiritual, sucumbió ante el poder de la abstracción, pasó de ser un hombre concreto con deseos individuales, a un hombre-masa con deseos colectivos. Fue moldeado y transformado en la pieza perfecta para encajar en el funcionamiento de la sociedad maquinista y tecnolátrica. En donde se volvió un engranaje más del sistema, una pieza reemplazable, con una profunda pobreza espiritual; el hombre se convirtió en "cosa".
"La masificación suprime los deseos individuales, porque el Superestado necesita hombres-cosas intercambiables, como repuestos de una maquinaria. Y, en el mejor de los casos, permitirá los deseos colectivizados, la masificación de los instintos: construirá gigantescos estadios y hará volcar semanalmente los instintos de la masa en un solo haz, con sincrónica regularidad. Mediante el periodismo, la radio, el cine y los deportes colectivos, el pueblo embotado por la rutina podrá dar salida a una suerte de panonirismo, a la realización colectiva de un gran sueño. De modo que al huir de las fábricas en que son esclavos de la máquina, entrarán en el reino ilusorio creado por otras máquinas: por rotativas, radios, y proyectores. Pág. 77.
Sabato nos muestra un panorama desolador, en donde el hombre, al perder sus atributos individuales, ha dejado aflorar su sentimiento de soledad. El mundo racional somete la mente del hombre-cosa, lo que inconscientemente lo atormenta, porque anhela también la irracionalidad. Y ese anhelo inconsciente es la esperanza a la que Sabato se aferra, que se ha visto reflejada en los escritores de los últimos tiempos, aquellos que han cambiado la belleza y la perfección de sus textos, por la metafísica. Es en la literatura y en el arte donde el hombre puede expresar su lado racional e irracional, donde puede recuperar su humanidad.
Sabato tiene fe en el hombre, cree firmemente que puede alcanzar la grandeza y la eternidad, que puede cambiar si se aferra a los valores, a los afectos. No cree que el basto conocimiento racional nos haga alcanzar el absoluto, cree en los instantes, en esos pequeños momentos fugaces en que sentimos que la vida tiene sentido.
"Pero lo admirable es que el hombre siga luchando a pesar de todo y que, desilusionado o triste, cansado o enfermo, siga trazando caminos, arando la tierra, luchando contra los elementos y hasta creando obras de belleza en medio de un mundo bárbaro y hostil". Pág. 140.
Este ensayo, narrado con la intensidad y erudición que caracteriza a Sabato, rico en citas y referencias a innumerables escritores, reúne las principales ideas de su pensamiento. Es un texto fundamental para iniciarse en la lectura de sus ensayos. No teman leer a un maestro latinoamericano y den una oportunidad a sus obras.
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Ricardo Carrión
Administrador del blog
Hola Ric!! De casualidad me encuentro con que has subido reseña y era justamente la que estaba esperando. No sabía que Sabato era un hombre de ciencias y me impresionó muchísimo. Siempre he admirado a los hombres que ante los ojos de mucho parecen tenerlo todo, pero que un día despiertan y siente que la cuerda con los que los manejan los esta asfixian y ya no pueden vivir. Me encanta la rebeldía de alejarte de todo aquello que parece ser un camino perfecto en la vida y ahora lo admiro mas por eso. Sin duda tengo que leer sus ensayos, pues me encantan los temas que tratan. De hecho hace poco vi un documental sobre como las empresas han manejado la industria de la comida para aumentar sus ganancias volviéndonos adictos al azúcar en sus miles de formas disfrazadas, como cuando empezaron a producirse alimentos bajos en grasa para disminuir la crisis de obesidad, disfrazaron las grasas doblando el contenido de azúcar de los alimentos. Pero ya me desvié del tema jajajaja, pido mas reseñas de Ernesto Sabato y cuando lea este ensayo mas que seguro que te molestaré con mis twits de asombro jejejeje.
ResponderEliminarSaludos! y nos leemos pronto :)
PD: soy la primera wiiiii!!!!!
EliminarK A T W I N !!
Muchas gracias por tus palabras Kat. Esa es mi intención, contagiar a la gente las ganas de leer a Sabato, espero lo hagas con muchas ganas para que lo disfrutes. Y sí eres la primera!! jaja ¡Saludos!
EliminarHola, Ricardo
ResponderEliminar¿Te digo algo muy, muy honesto sin afán de ofender?
Odio mucho tu plantilla de comentarios acá, en Sangre de tinta escribí un pergamino (que voy a comentar de nuevo pero excesivamente reducido) y tu chulada de plantilla pues nada, como siempre me tiró el pedo, así que, debes saber que sí, me entero de tus reseñas pero el 75% de las veces el comentario me rebota y soy, como saben todos ya, la persona menos paciente y buena del mundo, como la buena amargada que soy me voy y si vuelvo es para hacer comentarios como este, perdón, pero es que seguro que no soy la única que los sufre.
Ahora pasando a tu reseña de Hombre y Engranajes, con Sabato me pasa lo mismo que con Borges, me has recomendado miles pero siento tanto respeto por lo poco que conozco de sus obras que me aterra leerlo y que al final, si no va con mi personalidad, termine haciendo que otro ser de la Tierra caiga en la equivocación por mi reseña, aunque ese es el riesgo que todos nosotros, bloggeros, corremos.
Como sea, si he de iniciar con Sabato, no será Hombre y Engranajes, eso sí que lo tengo muy seguro, sino El túnel, como prioridad por ser el primero suyo que apunté hace tantísimo tiempo, cuando era una estudiante...así que, de todas maneras te agradezco la reseña y felicidades a Kat por ser la primera, menos mal que ella no resultó trolleada *copia su comentario para no perderlo*
Y desde que se nos acabó la época de locura dioses, y la era de los hashtag, me despido con las letras que más te gustan
Xx
Quedó a la primera, excelente.
Eliminar¡Holaa! Las frases que has puesto me convencieron muchísimo, además de Sabato solamente he leído El túnel, y a pesar de que todos mis compañeros de escuela estaban aburridísimos, a mi me pareció una historia brutal de principio a fin.
ResponderEliminar¡Saludos!
Hola!! Que cierto todo lo que cuenta el libro, de verdad me dieron ganas de leerlo, estamos en un mundo en el que el consumismo domina, en el que trabajamos para querer tener más y más, olvidando disfrutar de las pequeñas y bellas cosas de la vida, de encontrarnos a nosotros mismos, en fin, sin duda me parece un libro que lleva a una profunda reflexión por lo que sin duda buscaré el momento apropiado para leerlo. Muchas gracias por tu reseña!
ResponderEliminarSaludos!!
Lo siento, pero me acabé riendo con "Oscuros tiempos de la humanidad", al menos lo he admitido (?) Si mal no recuerdo en twitter hiciste una encuesta sobre que libros habíamos leído del autor, yo tengo que confesar que tengo El túnel, pero nunca, de verdad, he pasado de las primeras páginas, no sé si sea porque no es el momento o es que no me acostumbro a su estilo. WOW ¿Ciencia físicas y matemáticas? Eso no lo sabía, vaya. Cuando leí dinero te iba a mencionar que forma parte de un círculo vicioso de producción y consumo y líneas más abajo tu lo mencionaste. Eso mismo, el hombre pasó a formar parte del sistema, donde los deseos individuales no valen, sino los colectivos, como bien dices. En fin, que espero leer pronto a Sabato, quizás con El túnel *soy algo terca en ese aspecto* Saludos!:D
ResponderEliminarPD. Amo cuando Lib se indigna XD
Hola!
ResponderEliminarNo he leído nada de el y me parece que ahora mismo que puede resultar muy interesante, así que me lo apunto.
Besos!
Hola Ric! Wow adoro a Sabato y me propuse leer más de el y su genio pero sinceramente después de leer tu reseña de que necesito leer este libro. Quiero saber que camino transita en sus reflexiones de que la ciencia sirve para medir el tiempo y al hombre volverlo un engranaje de la maquinaria capitalista. No se me había ocurrido meter la ciencia en esa ecuación y así de sencillo no entiendo como no lo pude ver. Espero poder leerlo pronto sobre todo porque el último que leí fue el túnel y este viene cronológicamente después (mi edición de el túnel es de la misma colección!)
ResponderEliminarMagistral Reseña Tic
#AmoSabato
#NecesitoEseLibro
#ComoNoViLaCienciaEnLaEcuacion
Hola Ric!!!
ResponderEliminar"que son para mí, fundamentales en estos oscuros tiempos de la humanidad. " vaya Ric empezaste la reseña profunda jajja
La verdad es que no he leído nada del autor y la verdad es que le tengo un poco de miedito porque seguro que si no me gusta hay tabla jajjajaa
#NoQuieroTabla #Ayuda #LosEnsayosMeDanRepelús #LoSiento
Nos leemos, besos ^^
Hola, Ricardo.
ResponderEliminarVeo que te encanta mucho este autor. Nunca he leído nada de él... una pena y me parece muy llamativo que sea un ensayo. Nunca he leído un ensayo *emoji pensando* así que no lo descarto para leerlo en algún futuro (no creo que sea pronto porque muero con los pendientes)
Cuídate
Hola!
ResponderEliminarNO conocía ni al autor ni el libro, gracias por mostrármelos, se te ve muy gustoso con ellos
Yo la verdad es que lo dejo pasar por ahora, pero no descarto para más adelante
Un beso!
¡Hola Ricardo! Desaparezco unos días y escribes un montón de entradas jajaja ahora me toca hacer repaso! Pues la verdad es que no he leído nada de Sábato pero por ahora lo dejo pasar, no tengo la cabeza para temas tan profundos últimamente... Gracias por compartir igualmente, me viene muy bien para un regalo. Un saludo :)
ResponderEliminarHola Ricardo , gracias por tu ensayo
ResponderEliminar¡Hola! Me alegro que te gustara. ¡Saludos!
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