La invención de Morel (1940)
En español, son infrecuentes y aun rarísimas las obras de imaginación razonadas.
He discutido con su autor los pormenores de su trama, la he releído; no me parece una imprecisión o una hipérbole catalogarla de perfecta.
Jorge Luis Borges.
Adolfo Bioy Casares (1914-1999)
Editorial Espasa Calpe
Colección Austral
160 Páginas
ISBN:978-84- 6703-569-8
Ciencia ficción
Un libro de ciencia ficción en nuestra lengua, una obra maestra catalogada por Borges como perfecta. Es imposible no disfrutar cada hoja y no quedar sorprendido y maravillado. Tiene un final sorpresivo lleno de imaginación, es de esas cosas que jamás se me pasarían por la cabeza. Si perdiste la capacidad de asombro este libro la recuperará.
Un prófugo de la justicia, acusado injustamente, decide esconderse en una isla desierta en el pacífico sur, que nadie quiere habitar, un lugar ideal para alguien que huye, pero que encierra un gran misterio. Ni los piratas se atreven a visitarla debido a los horrores que se relatan sobre ella. El protagonista una vez instalado en la isla decide dejar testimonio de los extraños sucesos que acontecen, en un diario.
La isla tiene tres construcciones modernas: Un museo, una capilla y una pileta de natación, completamente abandonados. Es el museo el primer lugar en donde se aloja el protagonista. Desde su llegada hace diversas observaciones, entregando al lector una gran diversidad de piezas del enorme rompecabezas en que se va convirtiendo el libro. Incluso él mismo nos entrega pistas a partir de sus propios pensamientos.
Creo que perdemos la inmortalidad porque la resistencia a la muerte no ha evolucionado; sus perfeccionamientos insisten en la primera idea, rudimentaria; retener vivo todo el cuerpo. Sólo habría que buscar la conservación de lo que interesa a la conciencia.
Cuando piensa que está completamente sólo aparecen una extrañas personas, él los denomina "intrusos" pero al parecer son habitantes de la isla. Este hecho provoca que huya desde el museo apresuradamente y se esconda en los bajos de la isla, un lugar pantanoso donde las constantes mareas no lo dejan dormir durante la noche y deterioran su salud.
Intenta sobrevivir en la isla ocultándose de los intrusos y los espía. Pero una de ellos le llama profundamente la atención, Faustine:
En las rocas hay una mujer mirando las puestas de sol, todas las tardes. Tiene un pañuelo de colores atado en la cabeza; las manos juntas sobre una rodilla.
Desde entonces la observa y se enamora de ella. Hace todo tipo de intentos de hablarle, de que ella note su presencia, incluso construye un jardín de flores en el lugar que ella se sienta habitualmente a mirar el atardecer, pero Faustine no lo nota, es como si él fuera invisible a sus ojos.
No fue como si no me hubiera oído, como si no me hubiera visto; fue como si los oídos que tenía no sirvieran para oír, como si los ojos no sirvieran para ver.
Este amor no correspondido lo tortura, y más aún cuando encuentra a Faustine hablando con un hombre apellidado Morel. Desde entonces el relato escrito en el diario se centra en el espionaje que él realiza a Faustine y Morel, motivado por sus celos, y mientras lo realiza nota extraños sucesos en la isla, cómo la reiteración de ciertas actitudes de los intrusos o desapariciones misteriosas en que los intrusos ya no se ven en la isla y esta parece nuevamente abandonada y deteriorada por los años. Pero los intrusos vuelven y la isla revive, las cosas deterioradas vuelven a parecer nuevas y no entiende como puede suceder aquello. ¿Son delirios de un hombre atormentado por el hambre y la fiebre?
Bioy Casares nos entrega todas las piezas del puzzle y no contento con eso, las toma y las coloca él mismo en su lugar. El atormentado hombre que escribe este diario logra paso a paso aclarar todos los misterios de forma metódica y racional. ¿Pero puede ser racional el amor? ¿Eterno acaso? Lo que parece ser una perfecta obra de ciencia ficción termina convirtiéndose en un verdadero poema al amor imposible.
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