RESEÑA: B DE BESTIAS. Sue Grafton

Reseña Nº 261: B de Bestias de Sue Grafton

Sue Grafton fue una escritora estadounidense que se hizo famosa debido al éxito de sus novelas policiales o detectivescas. Como meta personal, se propuso escribir una novela por cada letra del abecedario, dando así nacimiento al conocido Abecedario del crimen, un conjunto de novelas que protagoniza la investigadora privada de 32 años Kinsey Millhone en Estados Unidos. Lamentablemente Sue Gratton falleció el año 2017 sin completar la última novela del abecedario, que correspondía a la letra Z, a pesar de eso, nos entregó 25 títulos para todos los que amamos los misterios y los detectives. 

De acuerdo a lo anterior, B de Bestias corresponde a la segunda novela publicada por Grafton, está ambientada en la misma época en que se escribió, finales del siglo XX, en 1985. Por lo que, su protagonista y todos los personajes viven en un mundo carente de internet y móviles. Una época donde era indispensable el teléfono público para dar información urgente. En ese contexto la detective privado Kinsey Millhone está escasa de dinero y decide aceptar un trabajo aburrido. Se trata de buscar a una persona perdida, Elaine Boldt, hermana de su clienta. El motivo de la búsqueda de Elaine es para la firma de un testamento que divide cierta suma de dinero, aunque no es mucho, cosa que a Elaine no tentaría ya que es una mujer acaudalada con propiedades en California y Florida. Es viuda y tiene mucho tiempo libre, pasa sus días entre las dos ciudades, jugando Bridge con sus vecinas. La última ves que se le vio fue subiendo a un taxi que la llevaría a su apartamento en Florida. Desde ese punto Kinsey inicia las pesquisas correspondientes. Luego de una primera impresión sus sospechas la llevan a pensar de que no se trata de un caso simple, sino de algo muy siniestro y complicado. Elaine Boldt posiblemente puede estar muerta.

Las sospechas de eso recaen, primero, en la misma hermana de Elaine, quien realiza actos muy sospechosos junto a su marido que alertan a Kinsey. Pero existe además otra línea de investigación que relaciona a Elaine como testigo del asesinato de una de sus vecinas, la cual apareció carbonizada en su propia casa. Kinsey cree que alguien intenta silenciar a Elaine por lo que pudo ver ese día. 

A medida que el caso va tomando forma, Kinsey va descartando pistas falsas y adquiriendo nuevos antecedentes que van aclarando el embrollo en que se ha metido. Para ello utiliza sus contactos y conocidos, entre ellos se encuentran detectives de la policía de California, además usa su gran carisma a la hora de tratar con las personas para que le den información.

La narración es en primera persona y la detective da a conocer sus pensamientos y emociones a cada instante, no solo los relacionados con el caso, sino también con su vida privada en donde revela aspectos de su vida amorosa y sus dos matrimonios fracasados. Da a conocer sus hábitos y su forma de vida. Como relata todo a través de sus ojos, la historia se nutre con excelentes descripciones del entorno y la fisonomía de las personas. El estilo de vida es propio de finales de los 80, donde el uso del teléfono público es indispensable, en situaciones de apuro, no tener uno mano resulta fatal. Las personas se comunican mucho más cara a cara y el uso de fotocopias y fotografías reveladas es recurrente. Son tiempos no tan lejanos, pero muy distanciados frente a la tecnología actual de archivos y fotografías digitales. 

La historia confluye en un final completamente inesperado. Es imposible adivinar qué fue lo que pasó con Elaine Boldt hasta llegar a las última páginas del libro. La intensidad va en aumento a medida que el final se acerca, terminado con una gran escena de acción. A pesar de que cuenta con un epílogo, es bastante corto, hizo falta un final más extenso para que el lector vuelva a alinear sus emociones luego de la estupenda historia. 

Ricardo Carrión 

Administrador del blog