Reseña: Tom Sawyer (Mark Twain)
¡Hola a todos! Bienvenidos al blog. Hoy les traigo la reseña de Las aventuras de Tom Sawyer, del escritor estadounidense Mark Twain. pseudónimo de Samuel Clemens. La novela se publica en 1876 pero se ambienta 40 años en el pasado, antes de la guerra de secesión estadounidense.
La historia trata de las aventuras de un niño llamado Thomas Sawyer que vive en un pequeño pueblo ficticio estadounidense a orillas del río Missisipi, llamado St. Petersburg. El relato es en parte autobiográfico ya que Mark Twain se basó en los recuerdos de su infancia para crear este mundo de ficción.
Todos los detalles del pueblo y sus alrededores, ya sean cuevas, montes y embarcaderos se basan en Hannibal, el pueblo donde el autor vivió su infancia, que se encuentra al noreste del estado de Misuri. También los personajes se basan en personas reales de la misma familia del autor como también de sus amigos. En el breve prefacio de esta edición él mismo lo aclara.
Las aventuras de Tom Sawyer es una novela muy bien equilibrada, tiene de todo un poco. Desde pequeños sucesos cotidianos que el personaje principal con su carisma e ingenio se encarga de volverlos entretenidos junto a sus amigos, hasta aventuras más extensas llenas de intriga y acción. Tom hace que ir a la escuela, ir a la iglesia y hasta pintar una cerca se vuelva una atractiva historia que nunca sabrás como terminará. De episodios tan simples como estos el autor siempre logra sacar una enseñanza o dejar en evidencia una simple ley de la naturaleza humana.
Sin duda lo que enriquece la historia y la vuelve una novela con más sustancia es la mezcla de estas pequeñas travesuras cotidianas con experiencias más ligadas a la aventura, como ir al cementerio por la noche, convertirse en pirata, buscar un tesoro o explorar una cueva. En ellas el autor se luce al momento de generar tensión narrativa incluyendo un némesis, un villano listo para hacerle frente a Tom y sus amigos.
Todas estas situaciones el autor las sacó de experiencias que vivió en su infancia y de relatos que escuchó de sus amigos, por eso se sienten tan reales, tan palpables, son aventuras y sucesos que cualquier niño puede haber vivido. Pueden ser perfectamente reales, pero con un toque de ficción y de optimismo propio de Mark Twain, porque su forma de ver la vida y de ver la realidad están plasmadas en la novela. Las vidas de Tom y sus amigos, no siempre positivas y que tienen sus adversidades, siempre son enfrentadas con ese humor y vitalidad tan característico del autor.
Tom vive con su tía Polly ,su hermanastro menor, Sid y su prima, Mary, ya que es huérfano. Pero más que lamentarse por su situación es un niño que abraza la vida, desea vivir, desea hacer cosas, busca constantemente y con energía vivir aventuras, quiere comerse el mundo, destacar y ser el mejor. Hay una fuerza vital en Tom Sawyer que puede remover la fibra de cualquier persona que lo lea. Pero como todo niño tiene sus altos y bajos, proyectos que no le resultan, decepciones amorosas y desalientos, pero ante ellos responde con la misma energía.
En el fondo, tanto los sentimientos positivos como los negativos, impulsan a Tom a tomar acción por alcanzar alguna de sus fantasías. Ser forajido, ladrón o pirata son ambiciones que siempre ha tenido y solo utiliza como excusa alguna mala experiencia para convertirla en algo provechoso para él. Eso es Tom Sawyer, un constante ir hacia delante. Cada paso que da hacia su próxima aventura está plagado de interacciones con los otros niños y su familia, dejando en evidencia sus costumbres, tradiciones y creencias infantiles de la época: hechizos, brujas y rituales son parte del día a día de estos niños.
Son estas aventuras, estas experiencias e interacciones con su entorno las que convierten a Tom Sawyer también en una novela de aprendizaje donde el personaje aprende poco a poco a controlar sus impulsos y saber cuando comportarse con valentía y cuando decir la verdad. Es decir, saber elegir cuándo poner por delante los buenos valores, que es algo que se destaca en una historia donde Tom siempre intenta superar los límites de lo permitido por los adultos.
Esto hace que esta novela no sea solo para un público infantil y juvenil, sino también para un público adulto. El mismo autor lo señala en su prefacio. Hace dicha aclaración porque para una persona adulta puede resultar poco atractivo leer sobre las aventuras de un niño. Pero la historia se proyecta mucho más allá de una simple seguidilla de acontecimientos. Lo que logra Twain es construir todo un universo para explorar una época diferente, con sus costumbres, dichos y creencias. Y lo hace no solo desde una perspectiva infantil, sino también de la adulta. Porque en Tom Sawyer a pesar de ser un niño el protagonista, la visión del mundo adulto sigue presente como contrapunto. Para que la historia resulte, el mundo adulto y el infantil deben convivir. Deben coexistir. De esta forma se logra apreciar ese contraste entre lo que se fue y lo que se es hoy. Porque un adulto al leer Tom Sawyer recordará su niñez y se dará cuenta de lo que ha ido perdiendo y olvidando en el proceso de crecer. De lo que perdió en el largo y duro proceso de la vida. Tom y sus amigos están ahí para recordar a grandes y pequeños los valores de la infancia.
Pero los niños no pueden ser niños sin los adultos, porque gracias a que ellos cargan con las responsabilidades pueden disfrutar de la vida. Sin presión, pero claro, respetando ciertas reglas. El mundo adulto está ahí no solo para que el mundo infantil se pueda desenvolver, sino también para ponerle límites y encauzarlos hacia el camino de la adultez. Y es ese tira y afloja entre lo que los niños desean hacer y los que los adultos limitan lo que funciona como motor de la narración. Sin el mundo adulto no habría reglas que romper y eso ya no sería divertido.
Al tener el mundo infantil y el adulto representados en la misma historia, el autor tiene una mayor libertad para deslizar cierta crítica a la sociedad de aquella época. Retrata el racismo imperante en la época y el menosprecio a otros por su condición social como a Huckleberry Finn. Los habitantes de St. Petersburg van a la iglesia fielmente pero desprecian y tratan de vago a un pobre niño huérfano de madre y que vive en la calle, como Huck. Es una sociedad prejuiciosa pero que aparenta seguir el camino de Dios, claro con algunas excepciones.
En cambio Tom sí se juntaba con Huck, a pesar de que los adultos no se lo permitían. Forjó una amistad con él, que por un lado era otra forma de romper las reglas, pero era más que eso, Tom no cuenta con los mismos prejuicios de los adultos y ve en Huck un amigo valioso, no por su condición social sino por su verdadera esencia. Además, los dos comparten el sentimiento de la ausencia de una madre.
Como buena novela de aprendizaje, no solo el protagonista aprende lecciones, los adultos también. Gracias a la influencia de Tom la visión que tiene el pueblo sobre Huck va cambiando con el tiempo. Hay incluso un punto en la novela donde prácticamente Tom desaparece del relato y Huck lo releva como protagonista. Esto demuestra la importancia y la fuerza de un personaje que gracias a su construcción da la posibilidad al autor de ahondar en matices sociales más relevantes. La figura de Huck sirve como contrapunto de una sociedad que se rige por normas, por un sistema, en cambio la vida que lleva Huck es de una libertad absoluta, prefiere no tener nada material pero sí libertad, porque las cosas, el dinero solo atan al ser humano a un vida monótona.
Claro, al final Mark Twain intenta buscar un punto medio entre una libertad total y una vida regida por normas, prefiere llegar a un punto intermedio. Es decir, rescatar lo bueno de cada lado. Pero siempre recordando que nunca debemos perder del todo nuestra libertad, y que tener tiempo para nosotros puede ser mucho más valioso que vivir atrapado en un sistema que nos provee de cosas materiales.
En el fondo, Huck que no tiene nada, parece ser más feliz y rico que todos los demás porque puede disponer del tiempo a su antojo. Bonito mensaje para un libro de 1876.
Bueno, espero les haya gustado este reseña.
Ricardo Carrión
Administrador del blog