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jueves, 28 de julio de 2016

[ RESEÑA ] La máquina del tiempo. H. G. Wells

La máquina del tiempo (1895)

Análisis y opinión 

H. G. Wells (1866-1946)
Ediciones Cátedra
190 Páginas
ISBN: 978-84-376-3478-4
Ciencia Ficción

Se dice que este libro es uno de los precursores del género en Europa, lo cierto es que ya habían trabajos anteriores sobre ciencia ficción, pero La máquina del tiempo de Wells fue la que más auge tuvo; popularizó la ciencia ficción en todo el viejo continente.

Se me hace sumamente complicado reseñar este libro, ya que su extensión es bastante corta. Hay detalles geniales de los cuales no voy a hablar para no arruinar la sorpresa a ningún lector, por lo tanto, abordaré la trama de forma muy superficial, destacando lo que podría motivarlos a leer este clásico de la ciencia ficción.

Todo se desarrolla en el Londres victoriano. El protagonista de la historia es un científico con conocimientos en muchas áreas de estudio y no recibe ningún nombre, pero se refieren a él como: "El viajero del tiempo". 

La historia es contada en primera persona por un amigo del "viajero del tiempo". Él se encuentra invitado junto con otras personas de distintas profesiones en la casa del viajero. Es un grupo bastante singular (cada uno representa una ideología de aquella época), al parecer el viajero del tiempo los ha reunido para apreciar la reacción y la opinión de cada uno cuando les cuente acerca de su último invento: Una máquina capaz de llevar a un hombre a través del tiempo.

Hay mucho escepticismo entre los invitados, y las explicaciones sobre la cuarta dimensión (el tiempo) son el tema central de discusión. 

"No hay diferencia entre el tiempo y las tres dimensiones del espacio, salvo que nuestra conciencia puede moverse con él". Pág. 68.


Luego de haber explicado que teóricamente se puede viajar en el tiempo, el viajero los invita al día siguiente para contarles más al respecto. Al otro día nuevamente el narrador en primera persona nos cuenta todo desde su punto de vista. Han llegado todos a la hora acordada pero el viajero del tiempo no aparece. Luego de cierto retraso llega en muy mal estado, como si hubiera vivido serias penurias. El viajero se sienta a la mesa y comienza a relatarles su viaje a través del tiempo. En ese momento el narrador deja que el mismo viajero sea el cronista y a través de sus labios cuenta todos los detalles de su viaje en la máquina, sus sensaciones y la perspectiva que se tiene desde el interior de ella a medida que el tiempo avanza o retrocede, y como llega finalmente al año 802.701.

"Empujé la palanca hasta su posición extrema. La noche llegó como se apaga una lámpara, y, en apenas otro rato, llegó la mañana". Pág. 88.

El relato del viajero se centra en su encuentro con la humanidad del año 802.701. Como buen científico, el viajero observa a la sociedad futura y va generando diversas hipótesis que podrían explicar su actual estado, pero lentamente a través de su vida con los seres del futuro va haciendo nuevas observaciones que irán descartando las antiguas hipótesis y generando nuevas hasta acercarse definitivamente a una espantosa verdad. 

No puedo ahondar más allá, ya que lo que el viajero encuentra en aquel año específico es la gran sorpresa del libro, el tipo de sociedad del futuro sorprenderá a cualquiera. Toda la idea de esta sociedad futura nace de las ideologías y realidades imperantes a finales del siglo XIX en Inglaterra. Así es como hay una clara crítica social a la gran brecha entre clases sociales (Proletariado y Burguesía), nos muestra una especie de inversión de ordenes sociales. Las distintas visiones del progreso se invierten, ya sean Darwinistas o Marxistas, presentando dudas sobre las ideas de progreso  que sustentaban su época. 
Pero quizá su mayor logro fue presentar una sociedad humana que dejó de exigirse; dejó de hacer un esfuerzo por cambiar su destino, una sociedad que finalmente había alcanzó su plenitud y ya no tuvo más necesidades; se les había dado todo y el resultado de aquello lo deja plenamente descrito en sus observaciones de aquel lejano futuro.

"Una ley natural que pasamos por alto es que la versatilidad intelectual es la compensación del cambio, el peligro y la inquietud. Un animal en perfecta armonía con su entorno es un mecanismo perfecto. La naturaleza solo recurre a la inteligencia cuando el hábito y el instinto son inútiles. No hay inteligencia donde no hay cambio, ni necesidad de cambio. Solo disponen de inteligencia los animales que se han de enfrentar a una enorme variedad de necesidades y peligros". Pág. 166.

Pero Wells lleva su imaginación mucho más allá. A través del viajero nos muestra el posible escenario de la Tierra cuando la vida del sol comienza a declinar; cuando el Apocalipsis definitivo se acerca a la Tierra. A través de su mente nos muestra una visión terrorífica de nuestro posible destino. 

Fue un libro muy interesante. Ahora entiendo el impacto que generó y que sigue generando en nuestros tiempos. Ha sido muy analizado. El posible futuro imaginado por Wells aún puede ser una realidad. Su lectura es lenta, no tiene una prosa rápida, pero se disfruta mucho debido a las reflexiones del protagonista. Lo recomiendo a todos los que amen la ciencia ficción. 


Ricardo Carrión
Administrador del blog


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