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lunes, 20 de junio de 2016

[ RESEÑA ] El Marciano. Andy Weir

El Marciano

Análisis y opinión

Andy-weir
Andy Weir
Ediciones B
407 Páginas
ISBN: 978-84-666-5505-7
Ciencia ficción


Cuando hablamos de Ciencia ficción a veces nos imaginamos historias que hablan de lejanos futuros en que la humanidad ya ha conquistado el espacio y poseen una tecnología que parece sacada de un libro de fantasía. Andy Weir rompe ese esquema y nos lleva a un futuro muy próximo, una época en que la Nasa ya ha llevado varias misiones tripuladas a Marte, el planeta aún está lejos de ser colonizado; son los primeros pasos de los hombres en el planeta rojo. 

Weir hace un trabajo brillante, su gran precisión científica y su conocimiento sobre la historia de los viajes espaciales lo ha dotado del talento de crear una ilusión perfecta. En la que a ojos de un lector aficionado es muy difícil distinguir la realidad de la ficción

Mark Watney pertenece a una de las primeras misiones tripuladas enviadas al planeta Marte, llamada  "Ares 3"; sus fines son científicos, deben realizar todo tipo de experimentos e investigaciones para comprender los misterios del planeta rojo. Primero, la Nasa traslada a Marte los instrumentos, implementos y provisiones necesarias para asegurar la permanencia de los humanos por dos meses, en donde también se incluye la tecnología necesaria para que los astronautas puedan abandonar el planeta de forma segura. Una vez que todo esto se encuentra en la zona seleccionada, los astronautas son enviados.

La misión parece ser llevada a cabo de forma tranquila, es el sexto día. Pero se encuentran en un mundo inhóspito; Marte en cualquier momento los puede sorprender con alguna amenaza natural. Debido a esto, tienen estrictos protocolos de emergencia. Los que no deben esperar casi nada para ser puestos en marcha, ya que una enorme tormenta de arena de vientos sumamente peligrosos se acerca de manera inesperada. La orden es clara, deben abandonar Marte de inmediato. Mientras se dirigen al transporte que los llevará a la órbita del planeta, sucede un accidente, algo golpea a Mark y sus compañeros lo dan por muerto, y abandonan el planeta. El problema es que Mark no ha muerto. Y deberá aprovechar todos los recursos que dejó la Nasa para sobrevivir, utilizando su ingenio y conocimientos como Ingeniero mecánico y botánico.


Es una historia bastante distinta a las que acostumbro a leer, es muy original. No solo trata de como Mark utiliza todo su ingenio para sobrevivir, sino que también de cómo la Nasa, desde la tierra, intenta ayudarlo de alguna forma, mientras elaboran un plan para rescatarlo. La próxima misión que la Nasa tiene programada será dentro de cuatro años y es demasiado tiempo para que le dure el alimento a Mark, morirá de hambre antes de que pueda ser rescatado. El autor nos explica a la perfección que enviar una misión de rescate no es un juego de niños, se necesita mucho tiempo para que un proyecto así, se lleve a cabo. El más mínimo error en el espacio puede causar el fracaso de la misión. 

La historia está relatada en forma de diario. Mark Watney quiere dejar constancia de su vida en Marte, a través de una especie de bitácora de sus actividades diarias. A pesar de ser un relato que detalla las ideas y análisis del protagonista para sobrevivir en un planeta desierto, es muy fluido. Logra una prosa muy amigable para el lector, un logro bastante importante, ya que en muchos momentos se detallan cálculos, formulas químicas, información botánica; en general, mucha ciencia, y esos detalles que aburrirían a cualquiera no lo hacen, gracias a la personalidad agradable del protagonista, a su optimismo y a su sentido del humor; su postura frente a la vida es lo que lo impulsa a seguir adelante, como también nos impulsa a los que leemos la historia a no perdernos detalles de sus reflexiones. 
En sus ratos libres dispone de poca entretención, algunas películas y series viejas y un archivo digital con libros de Agatha Christie.

Tengo películas de mierda de los setenta que ver, y unas cuantas novelas de Poirot que leer..." Pág. 120. 

Un libro en formato de diario, sería muy monótono debido a la ausencia de diálogos, y el autor de forma muy inteligente, va intercalando las entradas del protagonista con la narración de los hechos que ocurren en la tierra; vuelven a aparecer los diálogos y se pueden apreciar las decisiones que toman las altas esferas de la Nasa para resolver los diversos problemas de Watney, aunque él siempre demuestra una alta capacidad para solucionar todo.


"Aunque sea un problema más grave que ese, es ingeniero... ¡Arreglar cosas es lo suyo! Pág. 117.

Cada día es una nueva aventura, siempre hay un nuevo desafío para el protagonista, hay cosas que reparar, debe alimentarse, y vivir en Marte es complicado, la necesidad de depender de una atmósfera controlada para realizar diversas actividades hace fundamental que las desiciones que tome, no tengan ningún tipo de fallo.

 "Mi vida dependía de algunos cálculos que había hecho, y si se me había pasado un signo o había sumado dos números mal, podía no despertar nunca". Pág. 307.

La historia recuerda mucho a "La isla misteriosa" de Julio Verne y a Robinson Crusoe de Daniel Defoe, porque comparten ciertos arquetipos. El principal es el de un hombre que queda abandonado en un lugar aislado del resto de la civilización y que posee solo algunos implementos para sobrevivir; en los libros de Verne y Crusoe sucede en una isla y en el Marciano es en Marte. En la Isla misteriosa de Verne es el ingeniero Cyrus Smith el que a partir de sus conocimientos obtiene todo lo que necesita, extrayéndolo de la naturaleza; es el personaje que más se parece a Mark Watney, la diferencia es que Cyrus queda aislado con un grupo de compañeros y Mark no. Y es esa soledad absoluta, la que comparte con Robinson Crusoe, que queda completamente abandonado en una isla, lo que insta a Defoe a escribir el relato con estructura de diario; misma forma en que Watney intenta dejar testimonio de su vida en Marte, una forma desesperada de comunicarse con otro ser humano en medio de la nada.

Es un libro muy completo, te mantiene siempre en suspenso, ya que no sabes qué es lo próximo que le puede pasar a Watney, y cuál será la solución que él decida aplicar utilizando las pocas cosas que tiene a su favor, mientras espera ser rescatado.
La idea de extrapolar todo lo que puede suceder en el naufragio de una isla y llevarlo al espacio en un planeta como Marte es brillante. Weir toma lo mejor de la novela científica de Verne y de la novela de aventuras de Defoe, lo lleva al terreno de la ciencia ficción y termina creando al primer pirata espacial marciano; en una aventura épica que pone a prueba la tenacidad del ser humano.

Muchas gracias a Ediciones B Chile por el envío del ejemplar

Ricardo Carrión
Administrador del blog

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